Los hosteleros plantan cara a Glovo y Deliveroo: crean sus propias redes de repartidores

El sector de la hostelería está sufriendo una gran revolución y se tiene que reinventar a marchas forzadas. Actualmente, el volumen de negocio de los restaurantes depende en gran medida de los pedidos online y el servicio de reparto a domicilio. Pero las comisiones abusivas que les cobran plataformas como Glovo, Deliveroo o Just Eat, han empujado a los empresarios a buscar alternativas. Una de ellas es la creación de una red de repartidores asalariados compartida entre varios comerciantes.

Las medidas para contener la propagación del coronavirus, como los cierres temporales, las restricciones de horario y las limitaciones de aforo, han provocado que el delivery y el takeaway se hayan convertido en una vía de escape para muchos hosteleros. Sin embargo, el cobro por parte de las plataformas de hasta un 40% del importe del pedido provoca que a algunos hosteleros no les salga rentable esta modalidad.

Estos comerciantes lamentan que no les quedan casi beneficios, y buscan nuevas alternativas para economizar los pedidos. En Madrid, ya existen varios grupos de empresarios que han contratado de forma conjunta a un grupo de repartidores asalariados. Esta iniciativa también se está llevando a cabo en otras ciudades como Barcelona, Málaga o Sevilla.

Según ha podido saber MERCA2, un grupo de comerciantes y hosteleros de la zona Centro de Madrid ha decidido apostar por la economía circular y reparten el gasto de contratar a repartidores. De este modo, pueden contar con un grupo de conductores durante todo el día, sin importar que no tengan una demanda de pedidos contínua.

El funcionamiento es sencillo: un pequeño grupo de hosteleros, entre los que se incluyen dos populares restaurantes, un bar de tapas y una pastelería, cuentan con una plantilla de seis conductores, que previsiblemente lo ampliarán en los próximos meses. La ventaja es que los pedidos de la pastelería y el bar de tapas cubren los horarios de menor demanda de los restaurantes, gracias a los desayunos, meriendas y los pintxos.

Otra de las ventajas que destacan estos hosteleros es que, al tratarse de personal contratado, les inspiran una mayor confianza y la calidad del servicio es mayor. “Ya no nos arriesgamos a que los platos lleguen fríos”, asegura un hostelero que recibió varias quejas por parte de sus clientes por este motivo.

También dejan claro que estos repartidores no transportan los pedidos en esas enormes cubetas a la espalda, ni tienen que esperar en la calle a que les entre un nuevo pedido. “Es penoso ver a los grupos de riders con esas cubetas esperando por las calles hasta que les entra un nuevo pedido”, lamenta un empresario.

Además, como ya explicó a este medio Fernando García, representante sindical de UGT y Riders X Derechos, la mayor parte de los riders trabajan para varias plataformas a la vez, y aprovechan las ‘horas valle’ de unas empresas para realizar repartos en otras.

De este modo, un mismo rider cuenta con varias cubetas y, supuestamente, debería servir los pedidos con la cubeta de la empresa específica. Pero en la práctica, la mayor parte de las veces realizan todos los repartos con una sola cubeta. Un contenedor por el que pagan 70 euros al inicio del contrato.

ESQUIVAN A LAS APPS

Estos hosteleros son conscientes de que las plataformas de delivery son un escaparate para su negocio e incrementa la demanda. “Pero no nos sale rentable que nos cobren entre un 20% y un 40% de comisiones, así como el uso de bolsas”, afirma una empresaria.

Así, han potenciado su exposición en redes sociales y apuestan por la publicidad en sus escaparates. Creen que su mejor publicidad es ofrecer un buen servicio, “antes, si a un cliente le llegaba el pedido incompleto, o más tarde de lo pactado, era un cliente perdido”.

También acusan a estas plataformas de utilizar publicidad engañosa para captar nuevos clientes a través de cupones descuento, que solo son aplicables con un pedido mínimo establecido por la compañía. Y en estas ofertas no intervienen los hosteleros, aunque el cliente final piense que sí.

Frente a esta mala práctica, los empresarios que han creado una flota de repartidores compartida están barajando la posibilidad de ofrecer cupones descuento entre los asociados para potenciar el consumo.

Otras malas prácticas que critican estos empresarios, y que pretenden que se erradiquen con la futura Ley de riders, es la modalidad de falsos autónomos, así como la obtención de datos de los clientes a través de algoritmos, que les permite obtener acumulando una gran cantidad de información de los usuarios y sus preferencias de consumo. Unos datos muy valiosos para estas plataformas, ya que los están utilizando para generar marcas propias e instalarse en nuevos segmentos de mercado.

ASAMBLEA DE RIDERS EN UGT

Este jueves se celebró una asamblea organizada por UGT en contra los abusos de las plataformas. El Secretario de Política Sindical de UGT, Gonzalo Pino, ha ofrecido asesoramiento a los falsos autónomos para reclamar contra los abusos de estas plataformas, y que se les reconozca la antigüedad en la empresa

Gonzalo Pino ha insistido en que el acuerdo obliga a que las empresas cumplan la sentencia del Tribunal Supremo y consideren a sus empleados como personas trabajadoras por cuenta ajena, no como autónomos, con todos los derechos que esto representa.

Además, el sindicato considera imprescindible avanzar en la Negociación Colectiva como herramienta para la adecuación de la actividad de las plataformas digitales dentro de los ámbitos funcionales de los convenios sectoriales. Gonzalo Pino ha señalado que el acuerdo también exige a las plataformas dar información a los comités de empresa sobre los algoritmos y sistemas de inteligencia artificial que afecten a las condiciones de trabajo de estos repartidores y repartidoras, con el fin de evitar los abusos hacia los derechos laborales de las personas trabajadoras.