Adidas reduce un 78% su beneficio, pero anticipa un fuerte rebote este ejercicio

El fabricante de ropa y material deportivo Adidas obtuvo un beneficio neto atribuido de 432 millones de euros en 2020, lo que supone una caída del 78,1% del resultado de la compañía alemana en comparación con 2019, aunque la multinacional confía en un fuerte rebote de sus ventas en 2021, aunque sus cuentas del presente ejercicio se verán lastradas por los costes relacionados con la desinversión de Reebok, que ascenderán a 250 millones.

Las ventas de Adidas en 2020 sumaron un total de 19.844 millones de euros, un 16,1% menos que un año antes, con un retroceso del 12,4% en Europa, hasta 5.320 millones, y del 10,4% en Norteamérica, con 4.762 millones, mientras que sus ingresos cayeron un 18,5% en Asia Pacífico, hasta 6.546 millones, y un 30,2% en Latinoamérica, hasta 1.158 millones.

En el cuarto trimestre de 2020 la compañía de las tres bandas obtuvo un beneficio neto de 151 millones de euros, un 9,5% por debajo del resultado contabilizado en el mismo periodo del año anterior, mientras que sus ventas cayeron un 5% interanual, hasta 5.548 millones, informó la compañía, que en la actualidad mantiene abiertas el 95% sus tiendas.

«2020 fue un año como ningún otro», afirmó Kasper Rorsted, consejero delegado de Adidas, quien destacó la recuperación del negocio de la compañía en la última parte del año pasado, lo que lleva a la firma alemana a confiar en que logrará un fuerte crecimiento de las ventas, que estima en una horquilla de entre el 16% y el 19%.

Asimismo, desde este año la compañía alemana gestionará China como un mercado separado del resto de Asia Pacífico, mientras que Adidas integrará en el área EMEA los antiguos segmentos geográficos de Europa, Rusia y mercados emergentes, mientras no habrá cambios en las regiones de Norteamérica y Latinoamérica.

Por otro lado, el fabricante alemán calcula que el proceso de desinversión en Reebok, cuyos resultados ya no han sido tenidos en cuenta de cara a las proyecciones para 2021, tendrá un impacto adverso de 250 millones de euros en el resultado operativo de la compañía y de unos 200 millones en el beneficio neto por operaciones corrientes, mientras que confía en que únicamente un 30% de ese impacto sobre el resultado operativo sea recurrente en 2022.