Ya habíamos escuchado que la blockchain propone muchas más posibilidades más allá del bitcoin o las criptomonedas. Parece que el mundo del arte ha encontrado un rincón en este universo criptográfico y está probando a sacar tajada. En las últimas semanas, el mercado artístico se ha revolucionado tras el pistoletazo de Christie’s, después de que la prestigiosa casa de subastas británica vendiera su primera obra en formato NFT, un concepto ligado al de blockchain y al de las criptomonedas. Las posibilidades de este producto han desatado incluso la curiosidad del banco europeo BNP, que a través de su filial dedicada a la economía digital L’Atelier ha colaborado en un informe que evalúa lo jugoso de las fortunas bailando en este nuevo escenario virtual.
Poniendo las cifras sobre la mesa: un collage digital de 21,069 x 21,069 píxeles valorado en 3,5 millones de dólares, (sin perjuicio de que la cifra siga subiendo hasta que su subasta cierre el próximo jueves 11 de marzo). Un vídeo de 10 segundos vendido por 6,6 millones de dólares por el inversor estadounidense-español Pablo Rodriguez-Fraile. La cantante canadiense Grimes, pareja actual de Elon Musk, gana casi 6 millones de dólares tras vender una colección de 10 obras, consistentes en imágenes y vídeos. 3,5 millones de dólares van al bolsillo del youtuber Logan Paul a cambio de unos cuantos de estos NFTs.
Todos estas son obras o productos totalmente digitales; ningún objeto físico ha sido producido o trasladado a algún sitio en el proceso. Entonces, ¿qué son los NFT y por qué están moviendo estas cifras?
NFT son las siglas de non-fungible tokens (tokens no fungibles). Es decir, son líneas de código similares a las criptomonedas (tokens fungibles), que se diferencian de ellas en que los no NFT no son divisibles. Mientras que un bitcoin puede fragmentarse o dividirse, los no fungibles son tokens únicos que no son intercambiables y no pueden ser duplicados. Si bien solemos comparar las criptomonedas con billetes, ¿con qué objetos del mundo físico podríamos comparar los NFT? Con los coleccionables. Y precisamente a partir de esa concepción, los artistas han encontrado en estos una forma nueva de monetizar y revalorizar sus obras.
El famoso DJ y productor musical estadounidense Steve Aoki es uno de los últimos en unirse a la tendencia. Para este domingo 7 de marzo, Aoki anunció una subasta online a través del marketplace Nifty Gateway. Al momento de escritura de este artículo, no se conoce aún si estos NFT serán archivos visuales o audios exclusivos. Pero, tras el rotundo éxito obtenido por la productora Grimes (Claire Boucher), lo que está claro es que el DJ va a hacer dinero. Las ventas realizadas quedan para siempre registradas en la red blockchain, garantizando así la originalidad del token entregado al comprador. Hasta ahora, la red de Ethereum es la más utilizada para las transacciones con NFT, gracias a sus estándares ERC-721 y ERC-1155.
Todo esto supone un cambio de paradigma enorme, y a muchos puede resultar raro que haya gente dispuesta a pagar sumas tan cuantiosas por algo intangible. Desde algunos medios especializados han alertado ya de que las grandes cifras de estas subastas podrían estar influenciadas por la racha alcista de bitcoin en febrero, por lo que podría hablarse de burbuja en un mercado virtual aún en pañales. No obstante, la situación es lo bastante interesante como para que L’Atelier (ligada a BNP Paribas), dedique largos párrafos a hablar de los NFT en su web, y esponsorice un informe de NonFungible que reporta la evolución de la actividad económica con estos tokens en 2020.
NFT EN VIDEOJUEGOS Y MUNDOS VIRTUALES
Porque además, las utilidades de los NFT no se reducen al mercado del arte, sino al de los videojuegos, el coleccionismo digital, al de los «metaversos» (espacios de realidad virtual en 3D) o incluso al del deporte con, por ejemplo, la venta de objetos virtuales como forma de merchandising exclusivo. Desde la web de L’Atelier indican: «Gran parte de la economía virtual vive y prospera a partir de plataformas masivas de múltiples participantes en los videojuegos y más allá. Muchos de ellos fueron diseñados para tener o desarrollar mercados internos y economías, con monedas patentadas que los jugadores usan para comprar y vender bienes y servicios virtuales», señalan, en cuanto a que estos objetos que se compran y venden dentro de los videojuegos pueden tomar la forma de NFT.
Ejemplo de esto es también el metaverso llamado Decentraland. Se trata de un espacio virtual en el que los usuarios pueden comprar una parcela de terreno como token no fungible para construir en ella. «La creación de activos nuevos y personalizados para juegos sigue siendo un elemento básico de la interacción en línea», señala la empresa de BNP.
El reporte de NonFungible, en sus conclusiones, señala que «el valor generado por la industria [de los NFT] no radica en el valor financiero a corto plazo de los activos, sino más en construcciones socioeconómicas complejas. Estos sentimientos comunitarios se expanden a áreas como el apego emocional del propietario a ciertos activos, el compromiso de la comunidad y las actitudes hacia un caso de uso potencial que se relaciona con su relevancia percibida en el espacio, tanto en el tiempo y en el futuro». Además, ponen en relieve una posible relación entre la pandemia y el interés por los universos virtuales, que tal vez ayuden al crecimiento del mercado NFT.
Mientras el sector del videojuego contempla sus posibilidades, los artistas siguen subiéndose al carro, con el productor deadmau5 anunciando una colección de NFT a subasta en Nifty Gateaway que contendrá adelantos musicales de su próximo álbum. También el grupo de rock Kings of Leon ha avisado de que el estreno de su próximo álbum irá acompañado de ediciones especiales en NFT. Habrá que seguir pendiente para averiguar si el reporte de NonFungible ha sido demasiado positivo, al asegurar que los artistas pueden sentirse «empoderados por la independencia, autenticidad demostrable y seguridad que ofrece el ecosistema NFT». «Las posibilidades para los fabricantes son infinitas».