La ceremonia de los Premios Goya será un híbrido entre lo presencial y lo virtual. Se trata de una edición, como sucede en todo el mundo desde hace un año, donde nada será normal. La nueva realidad, decían. Y en ese contexto, el gran protagonista, el cine, también ha cambiado. Quizá para siempre. Las plataformas de video bajo demanda se han impuesto a las salas de cine. La pandemia manda, también es cierto. ¿Pero será así en el futuro?
Este debate se arroja inflado por la demagogia que trae la pandemia. Las restricciones a la movilidad y el aforo en los espacios cerrados han provocado que las salas de cine estén bajo mínimos históricos. Las pequeñas no han aguantado. Y las grandes cadenas también están con la soga al cuello. En este contexto, las grandes plataformas se han mostrado como el exhibidor perfecto en tiempos de pandemia.
A la hora de analizar las películas con 3 o más nominaciones, que en total son 13 largometrajes, una docena de ellas se pueden ver de alguna manera en las plataformas. En algunos casos, como ‘Akelarre’, ‘Ane’ o ‘No matarás’, se puede visionar tanto en Movistar+ como Filmin. Estos últimos fuera de catálogo, y se debe pagar por el alquiler de la película.
De esta forma, los amantes del cine pueden disfrutar de las principales favoritas desde el sofá de casa. O donde quieran. ‘Adú’, película con más nominaciones, se puede ver en Netflix. ‘Las niñas’ en Filmin, igual que ‘La boda de Rosa’ o la comedia ‘Sentimental’, protagonizada por Javier Cámara.
A esta tendencia se suma también Prime Video, con ‘Explota Explota’ e ‘Historias lamentables’. Incluso ‘Los europeos’ fue estrenada en exclusiva en Orange TV. ‘Orígenes secretos’ y ‘Black Beach’ en Netflix cierran esa lista de películas con más candidaturas que se pueden ver en las plataformas.
PREMIOS GOYA Y PUNTO DE INFLEXIÓN
La situación con los Premios Goya marcará un punto de inflexión. En las próximas semanas llegarán los Oscars de Hollywood y la situación será muy parecida. La mayoría de películas estarán en las plataformas de video bajo demanda más famosas. No hará falta ir al cine. Y ese puede ser el problema.
Si poco a poco se genera una ausencia total de necesidad de ir a las salas de cine, todo habrá cambiado. Algunos insistirán en la experiencia presencial y otros factores. Pero aquí hablamos de abarcar, llegar a lo máximo posible con el mínimo esfuerzo y, también por qué no decirlo, un menor gasto.
Además, la experiencia de usuario de las plataformas cada vez es mejor. En el caso de Filmin, por ejemplo, pese a no tener las películas de los Premios Goya en su catálogo de suscripción, acceder al contenido es sencillo. Tienen un especial sobre las candidatas, abonas los 3,95€ que cuesta el alquiler de 72 horas, y a disfrutar de todas las películas que tienen.
Bajo este escenario, no se trata de plantear una lucha de modelos entre las salas de cine y las plataformas. Básicamente porque estas segundas, como ya hacen con algunas películas, entran en la producción. Es decir, ellas han pasado a ser parte del engranaje del propio cine. Han tomado un peso específico. Algunos grandes directores han perdido por completo el miedo a estrenar primero en la plataforma. Y justo este año es un ejemplo obligado. Sin cines, el curso festivalero continúa con sus alfombras rojas virtuales, sus premios y el ensanche del ego. Una buena película no conoce de formatos, por mucho que se bendigan los prodigios técnicos de una sala de cine.
De este modo, cuando se alcen los Premios Goya de esta edición, la mayoría de la gente que haya visto las películas, esperemos que haya sido mucha, lo habrá hecho a través de una plataforma. ¿Será así el año que viene?