Digi reformula el mapa de las fusiones en las telecos para 2021

El operador de origen rumano Digi no conoce -por ahora- su techo. Tras un 2020 donde ha crecido como un tiro, los primeros meses del año, según algunos datos filtrados a la prensa, muestran la buena salud del operador en materia de captación de clientes. Y eso no es todo. Las fachadas de los edificios escenifican que la estrategia de despliegue en algunas zonas ha cogido ritmo. Y esta ecuación añade una nueva incógnita al mapa de las fusiones en el sector telecos.

Digi ha sumado más de 440.000 líneas móviles en 2020. Esto le permitió cerrar el año con más de 2,3 millones de clientes de telefonía móvil, un 23% más que a finales del ejercicio anterior. A finales de diciembre de 2020 su servicio de fibra contaba con más de 200.000 clientes y el de telefonía fija con más de 70.000 usuarios, tras sumar más de 120.000 y más de 40.000 clientes, respectivamente, durante el último año.

Bajo este contexto, el tamaño que está ganando Digi, al que se debe sumar ese despliegue de redes que está ejecutando, modifica el escenario de consolidación del sector. Descontando la fusión entre MásMóvil y Vodafone, que todos las dan por hecho en algún momento de este año o el siguiente, la posición de Orange queda bastante debilitada. Y en peor lugar queda Euskaltel, que tras la aventura nacional con Virgin Telco estaría en un cuarto plano muy secundario. Al menos lejos de las tierras del norte.

Por este motivo el crecimiento de Digi se mira con recelo por parte de quienes se quedan al margen de lo que serían los dos operadores dominantes en España: Telefónica y MásMóvil-Vodafone. Además, a buen seguro que el regulador exigiría ciertos ‘remedies’ a amarillos y rojos, unos activos a los que Digi podría optar y, de esta forma, crecer todavía más.

DIGI MANTIENE SU PLAN

Por el momento Digi se mantiene alejada de la futura consolidación. Pero de manera circunstancial. En el momento en que la operación entre MásMóvil y Vodafone salga adelante, el efecto bola de nieve afectará a todos los que hay detrás.

De manera orgánica, Orange y Euskaltel no pueden ganar un volumen de clientes similar al de Digi si no es sacrificando, más todavía, el Arpu. La rentabilidad por cliente decreciente ha impactado de manera directa en las cuentas de todos los operadores, ya no se pueden permitir captar usuarios a precio de saldo. La caja lo nota.

En este escenario, Digi mantiene su estrategia. En primer lugar, según ha podido conocer MERCA2, Digi habría ajustado un ‘cherry picking’ muy preciso sobre los accesos mayoristas de Telefónica. Es decir, como ahora se pueden llevar accesos individuales, sin necesidad de llegar a acuerdos previos de un mayor volumen de usuarios a la hora de negociar los contratos mayoristas, Digi estaría seleccionando a la perfección las zonas donde necesita hacer mayor esfuerzo a la hora de invertir.

Así, estaría desplegando fibra propia de manera puntual donde tienen mayor volumen de captación. Este método de ‘cherry picking’ -escoger cerezas; es decir, el uso selectivo de la oferta mayorista solo donde se tiene un cliente seguro- elimina cualquier riesgo para los rivales y hace caer todo el riesgo inversor en Telefónica. Y eso lo está aprovechando Digi a la perfección.

Otro de los puntos clave en esta estrategia es que Digi ha hecho una gran apuesta por la contratación de personal propio para el despliegue de fibra. Se ha visto obligado a esta situación para agilizar las portabilidades y que no haya ningún tipo de “problema técnico” que pueda surgir cuando el proceso se realiza de manera externa.

Además, la compañía empieza a asumir un importante nivel de inversión, sobre todo ahora que la marca se ha hecho un hueco en el imaginario colectivo y muchas personas están interesadas por las ofertas del operador.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.