Las laxas condiciones laborales chinas seducen a Cie y Gestamp, y alarman al sector en España

Cie Automotive se rinde ante China: «Ha batido todas las expectativas». Así, el gigante asiático insufló al fabricante de piezas español el oxígeno para su negocio que no encontró en otras regiones como España y Brasil. Con ello, la compañía vasca afianza su apuesta por crecer en el país de cara a asaltar las nuevas posibilidades de negocio que brindará el coche eléctrico. A su vez, lanza un aviso importante al sector del automóvil español y europeo de que las condiciones laborales chinas, más flexibles, serán fundamentales para decidir los futuros emplazamientos industriales.

Así, el grupo español registró una caída generaliza de las ventas en la práctica totalidad de sus mercados salvo en China. En concreto, el volumen de ingresos en yuanes chinos creció un 34% respecto a 2019, mientras que en Brasil esa cifra se desplomó casi un 50%. La compañía explica que la región asiática fue la única que recuperó su volumen de negocio e ingresos «a niveles pre-covid» a lo largo del año. Cie se ha ido consolidando en la región en los últimos años, especialmente, a través de la integración de Cie Golde. Ahora, buscará aprovecharse, además de sus peculiares características laboral, del empuje del gobierno al coche eléctrico.

Antes del desembarco de Cie en China, Gestamp, el otro gran fabricante de piezas para automóviles español ya estaba bien posicionado en el país. Ahora, la presencia de ambos se ha fortalecido una vez que el primero ha subido su apuesta por la región. De hecho, las dos firmas industriales españolas mantienen hoy en día un volumen de trabajadores similar al de 2018, con unos 5.200 empleados, a diferencia de lo ocurrido con otros grandes mercados. Así, en ese mismo periodo la fuerza laboral en España ha caído en casi un 6%, al pasar de 9.223 a 8.687 empleados. En Brasil, México o La India la caída es todavía mayor.

CIE AUTOMOTIVE Y GESTAMP SE APROVECHAN DE LA FLEXIBILIDAD LABORAL ASIÁTICA

Entre los datos que proporcionan ambas compañías sobre sus trabajadores en el gigante asiático hay dos que llaman poderosamente la atención: el pequeño porcentaje de trabajadores incluidos en convenios laborales y la alta tasa de rotación en sus fábricas. Los convenios colectivos son una de las armas más poderosas que tienen su alcance los trabajadores para ejercer presión sobre la compañía. En el caso de China son, prácticamente, inexistentes. Así, Cie Automotive informa que solo un 20% de sus trabajadores en la región están acogidos a uno, mientras que la cifra en el caso de Gestamp apenas supera el 18%.

La rotación de personal es el proceso por el cual una compañía puede prescindir o reemplazar a sus trabajadores según sea necesario. Una característica que es muy deseada por los directivos industriales, dado que permite flexibilizar los costes en función de la demanda, pero que se encuentra en muy pocos países de forma efectiva. Al fin y al cabo, el proceso para que sea eficaz y rentable necesita de unos costes ínfimos en forma de indemnizaciones por despido. A su vez, que el trabajo a realizar sea sencillo, esto es que sea de baja cualificación y no necesite que la empresa gaste mucho en formación.

Por ello, es relativamente difícil encontrar países en los que ejecutar una tasa de rotación alta. Pero China es uno de ellos como se puede comprobar con los datos proporcionados por ambas compañías. Así, en el primero de los casos no solo ayuda el bajo número de empleados adscritos a un convenio laboral, sino que el número de salidas voluntarias (que no cobran indemnización) es también muy alta. De hecho, en Gestamp escaló hasta un máximo de casi el 30% en 2019, con una subida de casi 10 puntos desde 2018, una cifra solo superada en el grupo por Hungría.

EL IMPARABLE ASCENSO INDUSTRIAL DE CHINA

En el caso de Cie, Asia (donde se incluye a China y La India) era la región donde un menor porcentaje de trabajadores fijos mantiene con el 78% para los hombres y el 67% para mujeres, frente al 85% de media. Además, también era el mercado en el que menos horas de formación daba a sus empleados. En concreto, la ratio de horas de formación por persona formada era de 20, mientras que a nivel de grupo la ratio alcanza la cifra de 26,1. En definitiva, la región asiática todavía condensa una parte muy importante de la flexibilidad laboral (o desprotección) que necesitan este tipo de firmas intensivas en mano de obra para operar con altos márgenes.

Pero no solo es cuestión de flexibilidad laboral. La industria china ofrece a las empresas que lleven allí sus fábricas otros dos alicientes igualmente importantes. El primero es una base industrial muy profunda y cada vez más competitiva en valor agregado, lo que significa que la mayoría de las piezas que se montan en China también se fabrican allí. En segundo lugar, que el país es un gigante por sí mismo, con un mercado interminable. Por ello, crecen las alianzas con las firmas asiáticas. De hecho, en los últimos 18 meses, el valor de las fusiones y adquisiciones extranjeras en China alcanzó su nivel más alto en una década, según los datos de Rhodium Group, una firma de investigación.

Por último, y más centrado en el sector de la automoción, el imparable empuje del Gobierno chino al coche eléctrico. «En 2020, se observa una voluntad institucional para acelerar la tendencia a la electrificación de los vehículos, especialmente en China», advierten desde Cie. En conclusión, el poder de atracción del gigante asiático no solo no ha decaído, ni siquiera bajo la presión de la guerra comercial, sino que será todavía más potente en los próximos años.