Los youtubers buscan dinero en Twitch pero sin renunciar a la exposición que ofrece Google

Muchos creadores de contenido en YouTube están enfadados con la política de monetización de la filial de Alphabet (Google). Esto es algo que viene de lejos. Ya en 2016, elRubius publicaba un vídeo humorístico en el que se burlaba de la «censura» que YouTube comenzaba a imponer para transformarse en una plataforma friendly y para todos los públicos. La que una vez fue una web disruptiva que pretendía empoderar a los creadores independientes, se estaba convirtiendo en una máquina de hacer dinero tan grande que YouTube comenzó a limitar la libertad de sus creadores para favorecer los contratos publicitarios. Twitch ha recuperado su espíritu original.

Limitaciones sobre el lenguaje, los temas a tratar, su estricto copyright y su radicalizado algoritmo (en busca del máximo beneficio) han terminado enfadando a muchos creadores, tanto internacionales como españoles, que denuncian cómo sus vídeos son desmonetizados por no ser apropiados para el despliegue de anuncios. Así, los nuevos youtubers ven cómo largas horas de esfuerzo son tiradas a la basura, incapacitados para recibir compensación económica por parte de la plataforma.

Sin embargo, la mayoría de estos creadores han acabado ‘atrapados’ en una relación tóxica con la red. YouTube no les paga, pero ellos lo necesitan porque su público está ahí. No pueden permitirse renunciar a la exposición que la network de Google les proporciona, con YouTube habitando un puesto privilegiado con muchísima ventaja sobre sus competidores, que no pueden ni soñar, al menos de momento, con el volumen de usuarios y espectadores de la plataforma.

Una de las youtubers españolas que más ha hablado públicamente sobre este tema es la periodista y divulgadora científica Rocío Vidal, (de aka La Gata de Schrödinger), quien se ha quejado numerosas veces del trato impersonal que ofrece la plataforma a sus creadores, explicando que el algoritmo desmonetiza casi todos sus vídeos de forma automática y que, cuando intenta conseguir una revisión manual, no encuentra respuesta humana por parte de Google.

Los canales de YouTube de estos gigantes se han convertido en contenedores de reposiciones de sus streams en Twitch

En marzo del pasado año, Vidal subió un vídeo titulado «No puedo más YouTube | EL FUTURO DEL CANAL», denunciando que la «desmonetización continua y constante» de la red le impedían obtener rédito económico, pese a haber conseguido llegar a los 500.000 suscriptores. «No he ganado apenas dinero con ninguno» de los vídeos que había publicado en el último año, explicaba Rocío. La justificación de YouTube: que sus vídeos eran incluidos en la categoría de «temas controvertidos y acontecimientos sensibles».

Pese a que los temas de conversación que le cuestan a Rocío la desmonetización son variados, esta youtuber también fue una de las afectadas por la decisión de YouTube de desmonetizar cualquier vídeo que hablase de coronavirus. Esto hizo que muchos creadores comenzasen a intercambiar la palabra por otras expresiones como «CV», de forma que el sistema automático no detectase el nombramiento. Pero esto mismo lleva pasando desde hace tiempo con muchas otras temáticas: por ejemplo, cuando se hacen referencias al porno, los creadores lo escriben y denominan «nopor».

LOS GAMERS ESPAÑOLES USAN YOUTUBE COMO CAJÓN DESASTRE

Es en este contexto en el que puede apreciarse una tendencia común, sobre todo, entre los grandes gamers de España como Ibai Llanos, The Grefg, elRubius, por la que centran su actividad en Twitch, pero sin descuidar su presencia en YouTube, donde tienen muchísima más audiencia. Pero, ¿cómo dar a basto subiendo contenido a dos plataformas? Muy fácil: los canales de YouTube de estos gigantes se han convertido en gran medida en contenedores de reposiciones de sus streams en Twitch.

Editores contratados por estos youtubers extraen los largos directos en Twitch para dividirlos en secciones y separar el relleno de los mejores momentos. Así, vídeos en YouTube como ‘HACIENDO UNA TIER LIST DE ASIGNATURAS DE CLASE’ de Ibai, son simples versiones reducidas de los directos que hace en la plataforma morada, propiedad de Amazon. Es un 2×1, obtienen beneficios de dos plataformas por el mismo contenido en versiones diferentes, aunque esto no quiere decir que hayan dejado de producir algún que otro contenido exclusivo para YouTube.

Un tuit de 2018 del apodado como Wismichu resume perfectamente esta tendencia que no ha hecho más que crecer: «Este mes voy a cobrar más por Twitch que por Youtube. Es gracioso porque en comparación en Twitch tengo el 4% de visitas», escribía el youtuber. Las proporciones se cumplen: The Grefg tiene una friolera de 16,6 millones de suscriptores en YouTube, frente a unos 6,7 millones de seguidores en Twitch. El también gamer Alexby11 cuenta 8,89 millones de suscriptores en la web roja, mientras suma 2,4 millones en la púrpura.

De YouTube obtienen la exposición masiva, pese a que, internamente, saben que su futuro está en Twitch, donde pueden ser más libres. ‘elXocas’, streamer entrevistado recientemente en ‘La Resistencia’, es una de las excepciones: siendo uno de los últimos en unirse a la constelación de españoles conocidos en el sector, tiene 424 mil seguidores en Twitch frente a unos 241 mil en YouTube.

TWITCH SUSTITUYE A UN YOUTUBE CONTAMINADO POR EL MAINSTREAM

No quiere decir esto que Twitch no tenga su propia política y normas de uso, (el contenido pornográfico está prohibido). Sin embargo, parece resucitar un alma más rebelde y joven de aquel YouTube de antaño, que ha ido perdiendo esencia hasta convertirse, en cierto sentido, en una imitación de la televisión al adoptar, en gran parte culpa de su propio algoritmo, el sensacionalismo y clickbait característico de los medios tradicionales. Twitch, gracias a no depender tanto de la publicidad para en su lugar favorecer el sistema de micropagos a través de suscripciones donaciones instantáneas, no necesita un contenido tan depurado para ser apto para desplegar marketing masivo.

Así, guiados por los del gameplay, toda clase de youtubers que obtuvieron su fama gracias a la red de Google meten un pié en Twitch para ir afianzándose su plaza en la nueva plataforma, pero sin abandonar YouTube. Es el caso de la mencionada ‘Gata de Schrödinger’, pero también del cómico Ángel Martín, del divulgador cultural Jaime Altozano o el periodista Emilio Doménech.

YouTube no va a irse a ninguna parte en el futuro próximo. No obstante, algunos acusan a la plataforma de haberse «acomodado» en su infranqueable posición. Puede que YouTube y Twitch puedan convivir en el futuro aglutinando, cada una, distintas posibilidades de expresarse en Internet.