La incapacidad de los jóvenes para acceder a la vivienda: el problema español

La incapacidad de ahorro y la dificultad para acceder al crédito hipotecario hace casi imposible a muchos jóvenes decantarse por una vivienda en propiedad, pero los precios tensionados del alquiler obligan a muchos de ellos a retrasar su idea de emancipación, u optar por otras modalidades para abaratar costes, como compartir piso.

El acceso a la vivienda es uno de los grandes problemas de la sociedad actual, que se ha convertido en crónico en el caso de los jóvenes. Actualmente, solo el 26% dispone de una vivienda en opción de compra. Además, la alta tasa de paro juvenil y la precariedad laboral se ha agravado aún más con la crisis económica provocada por el covid-19.

En el actual contexto de incertidumbre, el mercado inmobiliario premia a los perfiles más estables, y los jóvenes quedan excluidos, tanto en el mercado de compra como de alquiler. Según Emiliano Bermúdez, subdirector general de donpiso, las condiciones de acceso se endurecen ante perfiles de riesgo con el objetivo de protegerse de futuros impagos”. 

En cuanto al mercado del alquiler, los propietarios también priorizan el arrendamiento de sus viviendas a aquellos perfiles que presentan mejores garantías de solvencia, para evitar inquilinos morosos.

PREFIEREN LA VIVIENDA PROPIA

Un estudio elaborado por vía Célere desvela que el 83% de los jóvenes preferiría vivir en régimen de propiedad, frente a un 17% que apostaría por el alquiler. Pero la falta de ahorro y la incertidumbre por la situación laboral y del país, hace que muchos jóvenes opten por el alquiler, al menos durante unos años.

Pero el problema del acceso a la vivienda en propiedad no es solo un problema para los más jóvenes. Para los mayores de 55 años, el precio de compra también representa el mayor obstáculo (52%), seguido de su incapacidad para acceder a financiación. Esta última es el principal motivo de los segmentos analizados entre los 25 y los 54 años, que también sitúan en segundo lugar el valor actual de adquirir un hogar.

Por otro lado, las cooperativas se presentan como una fórmula ideal para que los jóvenes accedan a su primera vivienda, o para facilitar el acceso a los mayores de 55 años. Para algunos expertos, esta modalidad debe convertirse en protagonista ya que relaja el alquiler, y da la oportunidad a los jóvenes de acceder a una vivienda.

Por último, la vivienda protegida está siendo cada vez más demandada, ya que se trata de una vivienda asequible y fácil de desarrollarla. Los expertos creen que lo importante es que se genere la oferta suficiente para abarcar toda la demanda que hay, y todo ello a un precio razonable que se pueda pagar.

LOS JÓVENES, OBLIGADOS A ALQUILAR

Entre los españoles menores de 24 años, solo el 24% se han podido independizar alquilando una vivienda. Se trata de un gran paso y un gran esfuerzo. En cuanto al colectivo comprendido entre 25 y 34 años, el 36% dispone de una casa en alquiler. Este porcentaje se incrementa de forma significativa entre los 35 y 44 años (52%), los 45 y 54 años (67%) y los mayores de 55 años (73%).

Un dato relevante es cuánto destina un joven en el pago del alquiler: según el último Observatorio de Emancipación del Consejo de la Juventud de España, los jóvenes madrileños deberían destinar el 105% de su sueldo para cubrir el alquiler medio en la región, de una media de 1.175 euros. Esto explica que solo alrededor de un 20,5% de ellos se haya emancipado.

Además, para que estos jóvenes pudieran dar el salto a la vivienda en propiedad deberían ahorrar su salario neto, de media, 5,7 años para acceder a una hipoteca que les permita tener una vivienda en propiedad.

Ante estos datos, uno de los fenómenos más extendido es el efecto expulsión hacia la periferia y zonas rurales más económicas. Que les permite acceder a una vivienda más amplia y más económica. Una decisión cada vez más respaldada con el teletrabajo y la posibilidad de la deslocalización.

El problema de la vivienda, como problema social que es, requiere de una intervención del sector público de urgencia con el objetivo de aumentar el parque de inmuebles, sobre todo, del mercado de alquiler. “El acceso a la vivienda es un problema cronificado de la sociedad que están sufriendo de especial manera los jóvenes y, como problema social que es, requiere de la intervención pública mediante políticas de alquiler social”, concluye Bermúdez. 

VIVIR EN ‘COMUNIDAD’ ATRAE A LOS JÓVENES

En lo que respecta a modalidades como coliving, cohousing y residencias, en definitiva, viviendas compartidas en una u otra modalidad, mientras los contagios por la pandemia no disminuyan o la vacuna no demuestre su efectividad, no serán las modalidades más elegida, ya que las circunstancias no son favorables a vivir en ‘comunidad’. Estas nuevas formas habitacionales son muy útiles para determinados colectivos como jóvenes, estudiantes, singles, divorciados, y viudos, entre otros, ya que son opciones más económicas y evitan vivir en soledad.

“A futuro, soy un firme partidario de todas estas modalidades, que necesitan una regulación más flexible por parte de los Ayuntamientos para permitir desarrollarlas, puesto que son modalidades muy demandadas por los usuarios potenciales, pero ha de cambiarse la normativa”, concluye el presidente del Foro de Economistas Inmobiliarios del Colegio de Economistas de Madrid, Julián Salcedo.