Grupo Red Eléctrica obtuvo un beneficio neto de 621,2 millones de euros en 2020, lo que representa una caída del 13,1% con respecto al ejercicio anterior tras provisionar un deterioro del valor de los activos de Hispasat por importe de 122,3 millones.
En términos recurrentes, sin considerar esa provisión, el resultado neto del año pasado sería de 703,0 millones de euros, un 1,8% inferior al del 2019. El operador de la red eléctrica destacó que el ejercicio ha estado marcado por la aplicación de los nuevos parámetros regulatorios a la actividad de transporte en España, que ha ocasionado una caída en la cifra de negocios asociada al negocio regulado cercana a los 200 millones de euros.
Asimismo, se ha visto afectado por la crisis sanitaria del covid-19, que no ha afectado a la continuidad de las operaciones de las empresas del grupo y sus consecuencias no han tenido impactos significativos a excepción de la actividad satelital, con esas provisiones por 122,3 millones de euros.
La cifra de negocio en 2020 del grupo presidido por Beatriz Corredor alcanzó los 1.985,8 millones de euros, lo que refleja unos menores ingresos de transporte en España, consecuencia de la aplicación de los nuevos parámetros retributivos establecidos por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), compensada en parte por la mayorretribución de la operación del sistema en España y del incremento de la actividad de telecomunicaciones, gracias a la incorporación de Hispasat que ha aportado 155,0 millones de euros en el año.
EL EFECTO HISPASAT
El resultado bruto de explotación (Ebitda) se situó en los 1.568,5 millones de euros a cierre de 2020, un 1,0% por debajo del obtenido en 2019.
En esta cifra se incorpora 118,8 millones procedentes de Hispasat. Asimismo, se incluyen en el Ebitda como resultados de sociedades participadas el 50% de los resultados de las empresas de transporte de electricidad chilena TEN y de la brasileña Argo, por un importe total de 25,3 millones de euros.
A lo largo de 2020, el Grupo Red Eléctrica realizó inversiones por un total de 895 millones de euros, de los que 383 millones se destinaron al desarrollo de la red de transporte en España. Mientras, la deuda financiera neta al cierre del ejercicio de la compañía era de 6.113,3 millones de euros, cifra ligeramente superior a la existente a 31 de diciembre de 2019.