Siemens Gamesa cierra acuerdo para el ERE de extinción en As Somozas y Cuenca

La dirección de Siemens Gamesa Renewable Energy (SGRE) y la comisión representativa de los trabajadores han finalizado con acuerdo el periodo de consultas del despido colectivo que afecta a 266 trabajadores y que conlleva el cierre de las plantas de Somozas (A Coruña) y Cuenca, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El pasado 18 de febrero se alcanzó un preacuerdo entre la empresa y los representantes de los trabajadores que ha sido ratificado por las asambleas de empleados celebradas el 20 de febrero.

Entre las condiciones acordadas se incluyen indemnizaciones por despido superiores a las previstas legalmente, un plan de recolocación externa y un plan de recolocación interna con 155 vacantes dentro delgrupo Siemens Gamesa.

El pasado mes de enero, el grupo controlado por la multinacional Siemens anunció el cierre de ambas plantas, iniciando así un procedimiento de despido colectivo.

En concreto, se veían afectados un máximo 51 trabajadores de la planta de Cuenca del fabricante de aerogeneradores y otros 215 empleados de la factoría en Galicia.

El grupo enmarcó esta decisión en las iniciativas que ha puesto en marcha «para mejorar la competitividad, principalmente en el negocio de ‘onshore’ (eólica terrestre), y ser rentable de forma sostenible».

RECHAZO DE LAS ADMINISTRACIONES

Los gobiernos de España, Galicia y Castilla-La Mancha lamentaron y expresaron «su rechazo» al anuncio de Siemens Gamesa de cerrar sus plantas «en un momento de expansión del sector en España», aunque finalmente la compañía no ha dado marcha en su decisión.

En el caso del cierre de la fábrica de Somozas, Siemens Gamesa señaló que se debía a la falta de pedidos de las palas del modelo de turbina ‘SG 2.X-114’ que produce la planta y a la imposibilidad que tiene de fabricar de manera competitiva los modelos más grandes que demanda el mercado.

En lo que se refiere a la planta de Cuenca, cuya actividad se centra exclusivamente en la reparación de palas, estimó que «no era sostenible en un mercado muy competitivo y con una tendencia cada vez mayor a la sustitución de palas en lugar de la reparación» y que «no era viable a largo plazo» porque no podría reparar turbinas más grandes que las que ahora repara por problemas de espacio.