Otro de los puntos que pueden marcar la diferencia en lo que se paga por el seguro del coche es la antigüedad de los vehículos que se conducen. Algo en lo que también existe una brecha entre los casados y solteros. Por general, los estudios también estiman que los solteros suelen conducir coches de más de 15 años, lo que ya supone un 20.5% superior al de sus homólogos casados. Según las estadísticas, los casados suelen conducir coches más nuevos en más del 10.3% de los casos frente a solteros.

¿Por qué esa diferencia? Por lo general, los expertos estiman que un soltero tiene más dificultades para enfrentarse a pagos, pese a lo que se pueda pensar. En cambio, cuando se está en pareja, y hay dos ingresos, se suele hacer frente a este tipo de gastos extra, por lo que se puede contar con un mejor coche que tenga menor probabilidad de accidentes derivados de su estado, o averías.

En definitiva, los análisis muestran que los seguros que pagan los solteros cuando son a terceros suelen ser un 33% más caros que en el caso de los casados. Mientras que ese porcentaje se puede aumentar hasta el 43% cuando se trata de una póliza a todo riesgo sin franquicia.