Menos depósitos y más planes de pensiones: así ahorró el español en pandemia

Durante cinco trimestres consecutivos, en concreto desde abril de 2018 y hasta noviembre de 2020, la confianza del inversor español respecto a las Bolsas se situó en valores negativos. Es decir, pocos confiaban en que fueran a dar rentabilidad, más si cabe el año de la pandemia.

Pero el pasado mes de noviembre, coincidiendo con el anuncio del lanzamiento de la vacuna contra el Covid-19, la situación se revertía y la confianza en los mercados de valores volvía a situarse en terreno positivos tras más de quince meses, según datos recogidos por J.P. Morgan Asset Management.

La evolución de este índice mensual muestra cómo los inversores españoles afrontaron el mes de octubre con grandes niveles de pesimismo respecto a la evolución futura de los mercados (-3,0), en línea con la dinámica negativa del año. Solo en junio, coincidiendo con el final del confinamiento hubo un ligero repunte. En cambio, se advierte el contraste en noviembre (+1,9) y diciembre (+2,8), coincidiendo con la culminación del proceso de fabricación de diversas vacunas contra el coronavirus y la expectativa de su rápida aprobación, adquisición y distribución.

NO FUE SOLO LA VACUNA

El índice de Confianza del inversor en España elaborado por la gestora rebotó con fuerza en el último trimestre del 2020, recuperando casi 3,5 puntos y cerrando el año en positivo (+0,55). Según explican, el principal motivo que llevó a los inversores a manifestar mayor confianza no fue tanto la vacuna sino la expectativa de que la crisis sanitaria, económica y social provocada por el Covid-19 se estabilizaría a corto y medio plazo, lo que se tradujo en una importante entrada de inversores en Bolsa.

Así, el 39,1% de los encuestados durante el último trimestre de 2020 estimó como probable o muy probable que los mercados bursátiles evolucionen de forma positiva en los próximos seis meses, mientras que el 25% pronostica que se mantendrán estables y un 35,9% cree que continuarán cayendo, motivados principalmente por la influencia del virus y de la crisis económica actual.

Asimismo, la recuperación del optimismo coincidió con un rally final de la Bolsa española entre noviembre y diciembre, que recuperó más de 1.500 puntos en ese periodo y contribuyó a mejorar las expectativas de los inversores.

NOS GUSTA EUROPA

Otra característica es que los inversores vuelven a confiar en los mercados europeos. El interés por la evolución de las Bolsas más cercanas se refleja también en la valoración que el inversor español hace de los distintos mercados internacionales a seis meses vista. Preguntados sobre el que creen se comportará mejor en los próximos meses, el 30,1% de los inversores españoles piensan que será el europeo.

La expectativa de una mejoría de la Bolsa española se mantiene en niveles estables con respecto al índice del tercer trimestre de 2020, pasando de 17,1% a un 18,2%. En este sentido, JP Morgan puntualiza que el resultado de las elecciones en Estados Unidos logró también insuflar ánimo a la confianza de los inversores en este mercado, que había caído a niveles mínimos.

El tercer mercado con mayor potencial alcista, de acuerdo con la muestra encuestada, es el estadounidense, que registra una mejora espectacular en la confianza de los inversores españoles, pasando del 13,6% registrado en el trimestre anterior al 20%.

MENOS DEPÓSITOS, MÁS PLANES DE PENSIONES

Hay una cosa que no cambia y es que los inversores españoles continúan teniendo un perfil moderado o de bajo riesgo, de manera que no perder dinero (40,5%) y asegurar una mayor estabilidad en detrimento de una mayor rentabilidad (30,7%), son las principales motivaciones que guían a la mayoría de los inversores españoles.

No obstante, en el último trimestre de 2020 aumentó el porcentaje de inversores que persiguen obtener la máxima rentabilidad en sus inversiones, subiendo en más de cinco puntos hasta el 28,8%.

En cuanto a productos de ahorro e inversión, continúa la tendencia a la baja un trimestre más en la preferencia por los depósitos y libretas de ahorro como producto financiero que alcanza el nivel más bajo de la serie histórica, aunque sigue siendo el preferido para el 86% de los encuestados. Se observa, asimismo, un aumento en la tenencia de planes de pensiones (43,6%), aunque llama la atención que el 45% de los encuestados declara no ahorrar para su jubilación.

¿BOLSA O VIVIENDA?

La preferencia por los fondos de inversión (28,5%) sube cuatro puntos en tan solo un trimestre, registrando su segundo valor más alto de toda la serie histórica y consolidándose como el tercer producto financiero por el que se decantan los ahorradores e inversores españoles, por delante de la inversión en Bolsa (26,3%).

Por su parte, la inversión en activos inmobiliarios -más allá de la tenencia de una primera y segunda vivienda-, vuelve a subir tímidamente y el 18,6% de los encuestados declara invertir en este activo tras encadenar dos trimestres de ligeras bajadas desde el comienzo de la crisis sanitaria.

Por otro lado, al preguntar a los participantes sobre el futuro inmediato y sus intenciones a la hora de ahorrar o invertir en los próximos seis meses, los depósitos repiten como la opción más elegida, con un 36,4% de respuestas, aunque son los fondos de inversión la opción con mayor crecimiento con respecto al anterior trimestre, hasta el 19,1% del total.