Una a una, las grandes familias españolas se han consolidando como actores de referencia en el sector renovable. Un camino que, sin embargo, se ha forjado por diferentes vías: desde las inversiones directas en compañías como las de la familia Ybarra o Massaveu a las indirectas como hacen los Del Pino a través de sus diferentes sicavs. Aunque la vertiente favorita es la del emprendimiento, ya sea en nuevas firmas -como han ejecutado los Riberas– o al extender su negocio hacía ellas como han realizado los Entrecanales con Acciona.
España vivió en 2020 su particular boom renovable. De hecho, el mercado español fue el más activo de Europa con un total de 2,9 GW de proyectos solares anunciados. La cifra supuso multiplicar por cuatro la registrada en 2019. Un maremágnum que tuvo su reflejo más visible en la evolución bursátil de las firmas ligadas al sector. Iberdrola ha llegado a asaltar el trono del Ibex 35 retando al todopoderoso Inditex. Aunque ese efecto ha sido todavía más evidente en las pequeñas firmas del sector. Hasta el punto de que cotizan con múltiplos superiores a los que presentan gigantes como Apple o Amazon.
Lo anterior tiene otra derivada más, y es que ese crecimiento exponencial en las cotizaciones se ha traducido en importantes ganancias para los clanes más poderosos de España. Un ejemplo evidente es el de los Ybarra. Así, la familia entró con fuerza en la firma Solarpack, a través de su vehículo inversor Onchena, durante la colocación de participaciones en su salida a Bolsa. Ahora, tras un par de años en el mercado el valor de su participación prácticamente se ha triplicado.
LOS ENTRECANALES O MASSAVEU SACAN UN BUEN RÉDITO
No ha sido la única. Por ejemplo, uno de los fondos exclusivos para ricos de Banco Santander, que tiene su residencia en Luxemburgo, también mantiene un peso importante en la compañía. Más recientemente, la familia Domínguez de la Maza, más conocidos por ser propietarios de la firma textil Mayoral, adquirían un 5,8% de Audax Renovables por 56 millones y se convertían en los segundos máximos accionistas. Solaria, otra firma renovable con un rápido crecimiento, también ha logrado atraer hasta su accionariado a distintos apellidos reconocidos en el país. La realidad es que nadie se quiere quedar atrás.
Pero no solo las pequeñas. Las grandes también han registrado un fuerte crecimiento en Bolsa elevando el patrimonio de sus accionistas. Uno de esos casos es el de Acciona, el grupo multidisciplinar en propiedad de la familia Entrecanales, orientó sus inversiones hacía las energías renovables, en los últimos años. Una apuesta que le ha permitido despegar en el mercado y cotizar a los múltiplos de las grandes eléctricas, con hasta 20 veces beneficios. Un acelerón bursátil que ha permitido al clan familiar ascender varios puestos entre los más ricos de España.
Otra familia que ha aprovechado el rally bursátil de las eléctricas en los últimos meses ha sido los Massaveu. El clan que presume de ser el que más dinero tiene en Asturias es uno de los accionistas de referencia del gigante portugués EDP. Así, a través de la firma Oppidum Renovables, en la que también está incluido Liberbank, controla el 7,19% de la compañía y solo supera ese porcentaje el fondo chino Three Gorges. Con dicha inversión está expuesto al crecimiento del sector en la península, aunque su apuesta por las energías verdes no acaba ahí. Oppidum también desembarcó en EEUU en 2019, tras adquirir 20 plantas fotovoltaicas localizadas en Carolina del Norte y Virginia.
LOS RIBERAS HACEN MUCHA CAJA CON SUS FIRMAS VERDES
El emprendimiento patrio en el sector también tiene apellidos ilustres. Los Riberas son uno de los más importantes. De hecho, las dos firmas de energías renovables que crearon hace años, Gestamp Solar y Gestamp Wind, les ha permitido hacer mucha caja en los últimos años. La venta más reciente fue la del 80% de la segunda, bajo la nueva denominación de Elawan, por la que al grupo japonés Orix por 790 millones. Unos años antes vendió su porcentaje de acciones de la primera, bajo el nombre de X-Elio, al fondo Brookfield por otros 500 millones.
Ambas firmas, de las cuales todavía mantiene participaciones en Elawan, que han sido algunos de los nombres propios en la última subasta realizada este pasado martes 26 de enero. Otros apellidos ilustres, sin embargo, no han tenido la misma pericia en dicho acontecimiento pese a que se habían postulado a ello. Se trata de los Benjumea y Abelló que también han hecho sus inversiones en el negocio renovable hasta lograr convertirse en actores importantes. También es el caso de la familia Daurella que a través de la firma Zarapicos Golf gestiona cerca de un centenar de sociedades vehículo dedicadas a la producción de energía solar.
En definitiva, como se dice, todos los caminos van a Roma. En este caso parecen confluir hacía un sector cada vez más atractivo. Así, las familias han corrido raudas a tomar una porción del pastel en el nuevo negocio prominente en España. Aunque está vez ha sido, y será, diferente, dado que tienen que enfrentar a gigantes más poderosos que ellos como son los grandes fondos de inversión. Aun así, llevan ya años moviéndose para cercar los beneficios que deje la transformación verde de España.