jueves, 12 diciembre 2024

Los permisos en regla y el derecho a las aduanas, las prioridades de las empresas frente al Brexit

Las compañías deben asegurarse de que tienen todos los permisos y licencias necesarios para poder continuar con su actividad comercial de la misma forma que hasta ahora tras el acuerdo alcanzado entre Reino Unido y la Unión Europea (UE), con el Brexit además de conocer las fechas de los derechos de aduana, confirmar qué aranceles deben pagar y cuáles no, así como conocer que algunos aranceles aumentarán su precio y otros lo disminuirán, según la firma de servicios profesionales BDO.

Tras el acuerdo alcanzado entre la Unión Europea y Reino Unido, la compañía ha afirmado que comienza un período de transición en el que cualquier problema comercial podría afectar muy notablemente a las empresas con intereses en Reino Unido e incluso modificar la viabilidad de alguna actividad o los acuerdos suscritos con la UE.

Por eso, BDO ha elaborado una guía en la que se expone una lista de prioridades para las empresas. En esta línea, el socio de BDO en España y responsable del BDO Brexit Hub, Ignacio Algás, ha advertido de que las empresas ahora tendrán que analizar los detalles de los acuerdos alcanzados para comprender plenamente las implicaciones que conllevan las mismas.

Por lo que las firmas deben planificar el impacto económico que les va a suponer sobre las importaciones y exportaciones, ya que muchos negocios con intereses en el Reino Unido se benefician actualmente de los acuerdos comerciales de la UE con muchos países.

Aunque muchos grupos de empresas operan en el mercado global, una gran parte de las redes operacionales y logísticas tiende a concentrarse dentro del continente europeo, por lo que las organizaciones dependientes de cadenas de suministro internacionales, además, deberán solucionar otros problemas, como los retrasos en el transporte o el ajuste de los términos en los contratos, según recomienda la guía de BDO.

Además, la lista de prioridades frente al Brexit recoge también otros desafíos como la retención del staff tanto en Reino Unido como en la UE, la comprobación de las transferencias y la protección de datos.


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