La automatización de la vivienda: clave para alcanzar la eficiencia energética

Las viviendas que no cuentan con un buen sistema de aislamiento en las fachadas suponen un coladero de energía, provocando que la factura se dispare, sin alcanzar el confort energético en el hogar. El temporal de frío extremo y nieve Filomena ha demostrado las carencias de los edificios y cada vez son más quienes buscan una nueva vivienda, más eficiente y sostenible.

La eficiencia energética en los hogares puede suponer un ahorro de hasta el 70% en los recibos de los suministros, además de contribuir a reducir la huella de carbono. Como ya dijimos en el especial #Enchufa2, los edificios se sitúan como el primer contaminante del planeta, responsables del 40% del consumo de energía, y del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero.

Estos malos datos son los que han provocado que la Unión Europea tome cartas en el asunto y ha lanzado unos fondos para que los estados miembros lleven a cabo planes de rehabilitación en edificios para mejorar la eficiencia energética y conseguir la descarbonización del parque edificatorio.

AUTOMATIZACIÓN DE LAS VIVIENDAS

La brecha entre el segmento residencial de obra nueva y el resto es cada vez más amplia, y no solo por cuestiones de la distribución de la superficie, la luminosidad o la falta de espacio al aire libre, sino también por la apuesta por viviendas sostenibles y cada vez más automatizadas, lo que implica un ahorro energético y fomenta el cuidado del planeta.

Una buena parte de los proyectos que se están levantando actualmente son sostenibles e integran sistemas de automatización. Según han explicado a MERCA2 desde Loxone, dicha instalación permite que la casa actúe por sí sola para optimizar la energía y el confort sin necesidad de intervención manual, combinando el control de clima, la protección solar y la renovación del aire.

Además de las viviendas automatizadas, también hay que destacar las edificaciones Passivhaus, que no tienen por qué ser necesariamente edificios biopasivos. La diferencia fundamental es que una vivienda biopasiva, además de cumplir con los criterios de construcción de una Passivhaus, debe estar construida con materiales naturales o sostenibles, respetuosos con el medio ambiente y la salud de las personas.

Estas casas biopasivas, que ofrecen un mayor aprovechamiento de las energías naturales, como el sol, el agua, el viento y el aire, son totalmente reciclables y no producen radiaciones ni emisiones nocivas o tóxicas. De esta forma, cumplen con un mejor uso de la ventilación natural y de las energías renovables, manteniendo una temperatura agradable durante todo el año.

ENERGÍA SOLAR Y VENTILACIÓN, IDEAS CLAVE

La automatización permite combinar tres elementos con los que se logra un máximo aprovechamiento de la energía solar: sombreado, clima y renovación del aire. Su combinación de forma automática logra obtener la temperatura y confort ideales.

Estos sistemas integran diferentes fuentes de calor y frío, que deciden de forma automática e inteligente cuál debe activarse en cada momento, o si solamente con la ventilación o renovación del aire es suficiente. Y esto, combinado con el sombreado automático se evita sobrecalentar la vivienda en verano, minimizando la refrigeración y en invierno, permite que el sol ayude a calentar el interior de la vivienda reduciendo la activación de la calefacción. Así, se logra el confort energético con la temperatura óptima en cada estancia.

Los sistemas de automatización activan o desactivan la fuente más eficiente en función de las necesidades de cada estancia, también permiten integrar paneles solares y gestionar la producción de energía para derivarla a los consumos que se precisen en la vivienda, como radiadores, calentadores, iluminación, calentar el depósito de ACS (agua caliente sanitaria) e incluso cargar el coche eléctrico.

MENOR RADIACIÓN

Volviendo a las viviendas biopasivas, van un paso más allá en su objetivo por reducir la huella de carbono y apuestan por reducir la radiación. Así, la automatización no solo reduce el consumo energético, sino que también permite cuidar la salud de quienes viven en el hogar con una autorregulación de los niveles de CO2 y la ventilación y, si se utiliza la tecnología apropiada, se evita el riesgo de radiaciones.

Esta tipología de inmuebles busca minimizar las emisiones nocivas y, para ello, se elimina o restringe el uso del wifi. La vivienda puede estar automatizada, aunque no disponga de acceso a internet, ya que existe tecnología cableada e inalámbrica que lo permite.

Otro tipo de radiaciones que se debe evitar en las viviendas son las electromagnéticas que provocan las iluminaciones a 230VAC. Para ello se puede integrar la automatización de la iluminación para evitar dichas ondas, y se reducirá el coste energético, ya que el sistema activará o desactivará la iluminación en función de la presencia y la luz solar.

EUROPA PRESIONA A ESPAÑA

La Unión Europea pretende mejorar la eficiencia energética de los edificios y presiona a España para que acometa las rehabilitaciones lo antes posibles. El Ejecutivo ha hecho los deberes y en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2021, la partida de vivienda recibirá el mayor presupuesto de la historia. En concreto, un total de 2.253 millones de euros, frente a los 500 millones de media que recibió años atrás.

Estas actuaciones en materia de rehabilitación de los edificios se incluyen en la apuesta del Gobierno español y de los organismos europeos por la transición ecológica, que copará el 37% de los recursos del Fondo de Recuperación Europeo.

En este sentido, el plan de recuperación prevé rehabilitar más de 500.000 viviendas en los próximos tres años, para convertirlas en más eficientes energéticamente hablando. De hecho, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) de España aporta el marco director del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de España, a través del cual el Ejecutivo de Pedro Sánchez prevé llevar a cabo la renovación de 1,2 millones de viviendas en los próximos 10 años, con especial interés en instalar una envolvente térmica en los edificios.