La pandemia acelera el cambio generacional de los March en Financiera Alba

La familia March, que todavía lidera el patriarca Carlos March Delgado, usó el 2020 para acelerar el cambio generacional en Corporación Financiera Alba. Si bien hace más de cinco años que se ejecutó el primer movimiento de la nueva hoja de ruta al abandonar este primero la presidencia del buqué insignia del grupo, Banca March, en favor de su hijo Juan March de la Lastra. Ahora es el turno del brazo inversor de la familia. Así, tanto el propio Juan March como su hijo Juan March Juan han incrementado notablemente sus posiciones en la firma de cara a un futuro traspaso de poderes.

El cambio generacional en Corporación Financiera Alba arrancó a finales de noviembre. Así, el 24 de noviembre Santos Martínez-Conde Gutierrez Barquin, que ha desempeñado el cargo de consejero delegado durante la última década, anunciaba que dejaba el cargo para jubilarse. Un aviso para navegantes. De hecho, el patriarca de los March, y todavía presidente del grupo, Carlos March rebasó recientemente la barrera de los 75 años. Una edad, por ejemplo, con la que Francisco González dejó su longeva presidencia en el BBVA.

Y mientras el patriarca sobrepasa esa barrera, que parece ya de retiro, y Martínez-Conde anunciaba el fin de su largo servicio, las nuevas generaciones de la familia, más en concreto padre e hijo, han desembolsado unos cuatro millones de euros en títulos en apenas unas semanas. Un movimiento que, además, parece que se ha ejecutado de manera ordenada. Hasta el punto de que se repiten una serie de patrones. Una extraña coincidencia, si se quiere mirar así, que podría indicar que existe un acuerdo extraoficial para equilibrar las fuerzas de unos y otros.

HIJO Y NIETO TOMAN EL RELEVO INVERSOR DE CARLOS MARCH

El 2020 fue especialmente virulento para las sociedades de inversión. Este tipo de firmas cartera, como Corporación Financiera Alba, cuyo negocio es la evolución bursátil y el reparto de dividendos (en su mayoría) de compañías sufrió más que ninguna otra durante los meses más duros de pandemia. Así, el brazo inversor de la familia March llegó a atisbar caídas en sus ingresos de hasta el 98% durante el primer trimestre y sus últimas cifras reflejan un beneficio neto negativo de dos millones, frente a los 129 millones obtenidos un año antes.

La delicada situación anterior obligó a sus principales ejecutivos a salir a su rescate. Así, el presidente realizó inyecciones millonarias, a través de compra de títulos, para mantener el valor de la firma entre marzo y octubre. Aunque fue al inicio de la pandemia cuando se ejecutaron en mayor medida. De hecho, Carlos March realizó cerca de 20 operaciones distintas, lo que le permitió adjudicarse un importante lote de acciones cada día (prácticamente), entre el 9 de marzo y el 9 de abril. El afán inversor del magnate fue reduciéndose a medida que la compañía se estabilizaba hasta que, finalmente, el pasado 1 de octubre ejecutaba su última operación por unos 50.000 euros.

Pero en esa menor actividad inversora de Carlos March no solo tuvo que ver la mejora bursátil de la firma, sino también que tanto su hijo como su nieto tomaron el relevo poco a poco. Así, en el comienzo el vicepresidente primero ejecutó la mitad de las operaciones de su padre, con una decena. Mientras que el segundo ejecutó tan solo siete. Evidentemente, las operaciones guardaban un equilibrio para mantener el control en manos del patriarca. Pero esa armonía se rompió a finales de año.

EL RELEVO QUE ESTÁ EN MARCHA EN LA FAMILIA MARCH

Pero a finales de año todo cambió. En noviembre, entre ambos llevaron a cabo unas 15 operaciones por un valor cercano a los 1,3 millones de euros. En concreto, March de la Lastra y March Juan se hicieron con cerca 35.000 títulos de la compañía a un valor medio de 38 euros. Aunque sería diciembre cuando realmente se marcaron las diferencias.

De hecho, durante el último mes del año padre e hijo ejecutaron más de 30 operaciones por un valor conjunto de 3,1 millones de euros, según consta en los registros de la CNMV. Aunque todavía resulta más curiosa la forma en que se llevó a cabo. Así, mientras que March de la Lastra realizó compras prácticamente en cada uno de los días hábiles del mes, el vicepresidente segundo se limitaba a repetir las mismas que su padre en los días pares. Con la única excepción del día 31. Esa disposición planificada, de que March Juan ejecutase las mismas operaciones o parecidas en días pares, ya se había producido en noviembre. Y, con ello, se posibilitó que vicepresidente primero amasase algo menos del doble de títulos.

Al final, cualquier accionariado (más si cabe en una firma familiar) el porcentaje de títulos debe respetar la jerarquía de poder en la misma. En los próximos meses deberá quedar patente si se produce finalmente el cambio generacional. Con él, Juan March de la Lastra deberá asumir el cargo de presidente de Corporación Financiera Alba, como ya hizo con Banca March, mientras que Juan March Juan asume el cargo de vicepresidente único. Un cargo que desarrolla, junto a su padre, desde finales de noviembre. Con todo ello, la familia March terminará por cerrar la cuadratura del círculo seis años después de iniciarse.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2