Los bancos de Estados Unidos ganan atractivo tras la nueva recomendación del BCE

Las acciones de la banca española caen de media un 26% este año, al desplome general del mercado iniciado en marzo, este año, se sumó el veto a los dividendos, su principal atractivo. El sector esperaba impaciente que el Banco Central Europeo (BCE) se pronunciara sobre esta prohibición que impuso en marzo y alargó en julio, y este martes tuvieron su respuesta: se puede reanudar en 2021 pero con duras condiciones.

En este sentido, Juan Abellán, director del máster en mercados financieros del IEB, se muestra rotundo, “No siempre aciertan y aquí desde luego, se equivocan. Tendrían que dejar jugar al mercado”. El experto recuerda que el BCE subió los tipos de interés para salvar la crisis por encima del 4% cuando debería haber hecho lo contrario.

Ahora, el BCE espera que los dividendos y recompras de acciones se mantengan por debajo del 15% del beneficio acumulado de los ejercicios de 2019 y 2020 y no sobrepasen los 20 puntos básicos de la ratio de capital de nivel 1 ordinario (CET1), si este importe fuera menor.

“Hay quien dice que la banca española está perjudica porque tiene el peor CET1 de Europa, pero también son los que más han hecho los deberes en reducción de oficina y personal, también con las fusiones. Además, somos los primeros en eficiencia. La capacidad de generar beneficios es mayor porque llevan años con la digitalización y eso también hay que tenerlo en cuenta, no solo el ratio del capital”.

GUILLOTINAZO FINAL

En opinión de Abellán “es el gillotinazo final para la banca española” porque al final, el mensaje que trasciende en el mercado es, “no invierta usted en banca porque lo que repartan será insignificante”. También comenta que con esta decisión, la banca europea pierde competencia respecto a la de Estados Unidos y Reino Unido. En la primera se ha dejado que el mercado actué libremente y en el segundo, ya se ha levantado el veto.

Por otra parte, manifiesta la falta de confianza del regulador en el sector a pesar de fueron los bancos quienes dieron los primeros pasos antes de que intermediara el BCE. “Cuando estalló la crisis, el Banco Santander cancelo dividendo a cuenta y CaixaBank lo redujo a la mitad, antes de que Christine Lagarde se pronunciara. Parece que son unos descerebrados, que quieren repartir dividendo para salvar la acción y cobrar su bonus, pero no es para anda así”.

El director del máster en mercados financieros del IEB, lo tiene claro: debe haber libertad de mercado y el BCE se debería limitar a indicar quien no puede retribuir a sus accionistas, pero no meterlos a todos en el mismo saco.

“¿Qué ocurre ahora con BBVA?, la entidad ha vendido su filial en Estados Unidos y tiene una inyección de dinero grande, pero no le dejan comprar acciones para devolver dinero a los accionistas “¿Tiene que pedir un permiso especial”, en ese caso, Santander decidiría hacer lo mismo.

MENOS INCERTIDUMBRE

En la revisión de su recomendación, el BCE reconoce el descenso de la incertidumbre en las proyecciones macroeconómicas. A pesar de los retos actuales, las proyecciones revisadas están próximas al análisis de vulnerabilidad realizado en el primer semestre del año, que confirmó la capacidad de resistencia del sector bancario europeo.

El objetivo de la nueva revisión es salvaguardar la capacidad de las entidades para absorber pérdidas y prestar apoyo a la economía. En su opinión, sigue siendo necesario mantener un enfoque prudente, dado que el impacto de la pandemia no se ha manifestado plenamente en los balances de las entidades porque siguen beneficiándose de diversas medidas de respaldo público y consideran que los deterioros crediticios se producen con retraso temporal.

En conclusión, la recomendación está relacionada con las circunstancias extraordinarias actuales y seguirá siendo válida hasta final de septiembre de 2021. Y si no median circunstancias adversas importantes, la intención del BCE es derogar la recomendación en esa fecha.

“Está haciendo daño, ya se ha visto en la cotización de los bancos. El papel del supervisor es el de defender a la banca”, añade. El BCE conoce con profundidad cuál es la situación de los 113 bancos de la eurozona, tienen el informe de la EBA de cada banco y cuenta con un equipo de control para cada uno, también para los principales bancos españoles.

Una información de la que también disponen los fondos de inversión, que son los principales inversores en el sector y saben en qué punto está cada banco. “Está claro que la crisis va a afectar a unos bancos más que otros y que en España las de mejor posición de capital son las entidades medianas pequeñas, pero limitar a todos no tienen ningún sentido”, concluye.