Todo lo que debes saber para contratar cerrajeros en Madrid

Parece una regla no escrita, pero la necesidad de un cerrajero ocurre directamente en los momentos más inoportunos, cuando mejor se está pasando el día, o cuando por el contrario, menos tiempo se tiene para idear una solución.

Es por eso que muchos especialistas recomiendan que siempre se tenga a mano el contacto de un buen equipo de cerrajeros en Madrid, que destaquen por la calidad de sus servicios y por la confianza que ofrezcan a través de sus trabajos.

A pesar de tal afirmación, nadie duda de la dificultad de encontrar un buen equipo de cerrajeros, de modo que algunos consejos pueden resultar ideales y pertinentes, incluso, para los que en estos momentos tengan que afrontar una urgencia relacionada con los problemas más comunes que estos profesionales pueden resolver.

Experiencia y disponibilidad

Antes de cualquier cosa, lo primero que se debe verificar, es si el cerrajero o el equipo de cerrajeros que se piensa contratar, tiene la experiencia y la capacidad técnica como para llevar a cabo lo que se requiere.

Por norma general, cualquier profesional de este oficio tiene la capacidad de abrir una puerta que se haya podido atascar o que esté cerrada porque las llaves se hayan quedado dentro del domicilio. Pero algunas otras instalaciones o actividades propias de su labor, requieren de una especialización diferente -como por ejemplo, instalar cerraduras biométricas o puertas de seguridad-, de modo que verificar la experiencia o la especialización del profesional es un paso inicial importante.

A su vez, dada la urgencia que se suele requerir para un servicio de ese tipo, es valorable la cercanía con el domicilio del solicitante o, en todo caso, que tengan la posibilidad de trasladarse con la rapidez que el caso pueda necesitar para resolver el problema en cuestión.

En resumen, los buenos cerrajeros deben demostrar experiencia verificable -hay equipos que tienen más de 15 años de trayectoria en el oficio, por ejemplo- y estar en el sitio en 40 minutos o menos.

El precio y las garantías

El precio es lo primero que se debe preguntar a un cerrajero, no por desconfianza, sino por tranquilidad. Las tarifas de su oficio y de la realización de cada servicio varían demasiado de proveedor a proveedor, y lo menos que se pretende es establecer una suposición, y que una vez realizado el trabajo, el coste sea el doble o el triple de lo que se estimaba o suponía.

Al preguntar el precio con anterioridad, se elimina ese problema y un posible malentendido posterior. No obstante, sí es cierto que en ocasiones vale la pena pagar un poco más cuando se tiene la confianza, la experiencia y la trayectoria, como para obtener un trabajo impecable.

Por otra parte, el oficio que desarrollan los cerrajeros está directamente enmarcado con la seguridad patrimonial, por eso, una realización defectuosa o de baja calidad puede tener consecuencias que pueden ser arriesgadas o incómodas para el propietario de una casa o una empresa.

Es por eso que siempre es mejor contratar un cerrajero profesional antes que intentar hacerlo por cuenta propia o solicitar la ayuda a un amigo o familiar, por las garantías, que no son más que acuerdos por escrito de que si algo sale mal, se tiene a quién reclamar, se tienen protocolos de actuación y, con ello, se tendrá una respuesta satisfactoria por parte del cerrajero, que en muchos casos, será la devolución íntegra del dinero, y en otros tantos, será la reparación de los posibles daños o de la instalación defectuosa que se haya realizado.

Desde luego, contratar a un cerrajero es un acto de confianza. Revisar la reputación, la trayectoria y hasta las recomendaciones de conocidos, es un aspecto esencial, no obstante, teniendo en cuenta su capacidad técnica demostrable, su experiencia en el ramo, sus precios competitivos y las garantías que ofrecen tras la realización de sus servicios, encontrar al cerrajero o al equipo de cerrajeros ideal será mucho más sencillo.