Mapfre tenía una ratio de solvencia II del 180,2% al cierre de septiembre, tres puntos por encima de marzo y otros tres por debajo del dato de junio, este último como consecuencia del dividendo a cuenta anunciado en octubre.
La compañía ha realizado esta actualización de su posición de solvencia, siguiendo la solicitud de la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones y en el marco de las recomendaciones de la autoridad europea supervisora EIOPA, en el contexto del Covid-19.
La posición ya se ha comunicado al supervisor y supone la estimación en los primeros nueve meses de 2020 tanto del capital de solvencia obligatorio (SCR), que habitualmente se realiza con periodicidad anual, como de los fondos propios admisibles, cuyo cálculo tiene una frecuencia trimestral.
El capital de solvencia obligatorio se situó en 4.755 millones de euros en septiembre, frente a los 4.805 millones del cierre de 2019, los 4.6225 millones de marzo y los 4.730 millones de junio. De su lado, los fondos propios admisibles se colocaron en 8.569 millones de euros, frente a los 8.976 millones de 2019, los 8.197 millones de marzo y los 8.692 millones de junio.
Así, la ratio de solvencia en septiembre se situó en el 180,2%, frente al 186,8% de 2019, el 177,2% de marzo y el 183,8% de junio.
Mapfre ha destacado que la ratio muestra una mejoría de tres puntos porcentuales respecto a marzo, momento de mayor castigo en los mercados como consecuencia de la crisis del Covid-19, y un descenso de tres puntos con respecto a junio, como consecuencia, principalmente, del efecto del dividendo a cuenta de resultados del ejercicio 2020 aprobado el pasado 30 de octubre por 154 millones de euros.
La compañía aseguradora se mantiene en el umbral de tolerancia marcado por el consejo, cuyo rango inferior es el 175% de margen de solvencia, a pesar del impacto de la crisis.