El BCE contactó con inversores privados tras sus reuniones de política monetaria

Philip Lane, economista jefe del Banco Central Europeo (BCE), realizó decenas de llamadas privadas a bancos e inversores tras las reuniones de política monetaria celebradas este año, según ha destapado el ‘Wall Street Journal’. Una práctica que rompe por completo con la habitual dinámica del banco central de entregar la información a todos al mismo tiempo.

Las llamadas, según el medio estadounidense, habrían comenzado en el mes de marzo. Entonces, Christine Lagarde, presidenta del BCE, desconcertó a los operadores al sugerir en una conferencia de prensa que el banco central no apuntalaría el mercado de bonos de Italia. Poco tiempo después las acciones y los bonos italianos se desplomaron. Philip Lane habría realizado llamadas diferentes a un total de 11 bancos e inversores para aclarar el mensaje.

Antiguos representantes del BCE han afirmado al ‘Wall Street Journal’ que este tipo de llamadas otorgan un privilegio a grandes inversores, que controlan antes que nadie información sensible que el resto del mercado desconoce. El escándalo va en contra de la línea que adoptó el BCE en 2015, cuando endureció sus reglas de comunicación después de que un miembro de la junta pronunció un discurso a puertas cerradas a los inversores en una cena que reveló cambios en su programa de compra de bonos.

El banco decidió en septiembre de 2019 comenzar las sesiones informativas después de las reuniones de política, cuando Draghi se estaba preparando para entregar las riendas a Lagarde, pero las comenzó en marzo, según afirma un portavoz del BCE al periódico americano. “En línea con nuestras políticas de transparencia, publicamos los nombres de las instituciones donde trabajan y aseguramos que haya una rotación entre instituciones”, apunta el portavoz al WSJ. “El propósito es escuchar las opiniones de los economistas que son observadores del BCE y abordar cualquier pregunta técnica», zanja.

En cada ocasión, Lane discutió la reciente decisión del BCE con trabajadores, a menudo el economista jefe, en un subgrupo de 18 instituciones, según su diario público. Incluyeron inversores como AXA SA, BlackRock Inc. y Pacific Investment Management Co., y bancos como Citigroup Inc. Deutsche Bank AG, Goldman Sachs Group Inc, JPMorgan Chase & Co. y UBS Group AG. Las llamadas duraron 10 o 15 minutos, según las personas que las recibieron. Lane respondió preguntas sobre las decisiones políticas del BCE y los pronósticos económicos, pero pasó la mayor parte del tiempo escuchando, apuntan.

“Sería deseable que todos los jugadores tuvieran acceso a información relevante al mismo tiempo. De lo contrario, no hay igualdad de condiciones “, dijo Stefan Gerlach, ex vicegobernador del banco central de Irlanda, según recoge el WSJ.