Los ministros de Economía y Finanzas de la zona euro (Eurogrupo) han aprobado este lunes la reforma del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que contará con más poderes de supervisión en futuros rescates y proporcionará desde principios de 2022 una «red de seguridad» para la Unión Bancarias en caso de quiebras.
La reunión por videoconferencia del Eurogrupo ha servido para que los socios de la moneda común diesen luz verde a las modificaciones del tratado del MEDE, que ya fueron pactadas en el verano de 2019 pero cuyo proceso de ratificación no pudo ser lanzado por la controversia que generó en Italia.
«Los ajustes que hemos acordado este lunes amplían la caja de herramientas del MEDE», ha afirmado en la rueda de prensa posterior al encuentro virtual el presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe.
El ministro irlandés ha explicado que la firma del nuevo tratado del MEDE tendrá lugar en enero y después se iniciará el proceso de ratificación a nivel nacional, un procedimiento que podrá tardar un año en completarse.
En particular, la reforma fortalece las competencias del MEDE para que este organismo tenga más poder de supervisión en situaciones de rescate. Antes de llegar a esta situación, no obstante, los países con problemas podrán tener acceso a una línea preventiva de crédito, aunque bajo ciertas condiciones.
Además de aumentar la capacidad de supervisión del MEDE en futuros rescates, se pone a cargo de este organismo un ‘cortafuegos’ para la Unión Bancaria que entrará a principios de 2022, un año antes de lo previsto hasta este lunes. Cuando esté operativo, se podrá echar mano a este fondo de emergencia que sería utilizado si en alguna ocasión se agotan los recursos del Fondo Único de Resolución (FUR).
La reforma también facilita las quintas a acreedores en casos de reestructuraciones de deuda a través de cláusulas de acción colectiva (CAC). Este precisamente fue el punto que generó tanto debate en Italia porque se considera que podría provocar un incremento de los tipos de interés cuando estas cláusulas sean introducidas en las emisiones de deuda soberana.
En cualquier caso, el director gerente del MEDE, Klaus Regling, ha celebrado el visto bueno del Eurogrupo, que ha calificado como «gran logro» porque, además de «dar trabajo adicional» a la institución que dirige, servirá para «completar» la Unión Bancaria y aumentará la confianza de los mercados y los titulares de depósitos bancarios.
En una rueda de prensa anterior a la reunión del Eurogrupo, la vicepresidenta de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, había señalado que era «importante» alcanzar un acuerdo sobre la reforma del MEDE porque dará mayor «solidez» a la Unión Bancaria.
La española, no obstante, ha reconocido que no ha habido avances «significativos» durante los últimos dos meses sobre el otro gran pilar de la arquitectura bancaria de la eurozona, el fondo europeo de garantía de depósitos, un elemento sobre el que espera «relanzar los trabajos» a partir de 2021.