Banco Sabadell da un paso al frente: adiós TSB y México

Banco Sabadell dará un paso adelante una vez se han roto las negociaciones de fusión con BBVA. Así, la firma presidida por Josep Oliu dará a conocer su nuevo plan de futuro a comienzos de 2021 y para el que no contará con sus grandes divisiones internacionales en Reino Unido y México, según ha podido saber MERCA2. De hecho, la entidad catalana ya habría recibido algunas ofertas por su filial británica, TSB, según apuntan fuentes cercanas. Tras la venta, el banco lograría incrementar su capital y le permitiría relanzar su crecimiento en España.

TSB se ha convertido en el gran dolor de cabeza para Oliu y su equipo en los últimos años. La apuesta de la cúpula directiva en Reino Unido empezó a venirse abajo con el descontrol generado por el Brexit. Así, de la noche a la mañana el riesgo país se disparó y la filial empezó a ingerir grandes cantidades de capital que tensionaron, en parte, el balance de la firma española. A lo anterior, hay que añadir los múltiples problemas durante la integración de la plataforma digital, lo que ha supuesto mayores desembolsos en forma de compensaciones, y una estructura poco eficiente.

A pesar de todo ello, Sabadell ha seguido adelante con el proyecto. La migración finalizó, en gran medida, satisfactoriamente pese a los altos costes. Además, la filial está inmersa en un proceso de reestructuración y un nuevo plan estratégico. Unos arreglos que no solo han devuelto cierto valor a la división, sino que también la han vuelto más atractiva. «TSB levanta más apetito del que parece», apuntan fuentes del sector acerca de las ofertas que ya habría recibido la entidad española. El siguiente punto será el de consensuar un precio que satisfaga a ambas partes.

SABADELL PERFILA COMPRADORES PARA TSB

La cúpula directiva del banco catalán dio una última oportunidad a TSB el año pasado. El plan estratégico de 2019 incluía una reestructuración que permitiría reducir el volumen de costes en torno al 15%. Asimismo, también incorporaba un ambicioso plan de crecimiento del volumen de préstamos, en torno al 5%, en el que la gran apuesta fue por el mercado de las hipotecas. Una última decisión, la del crecimiento del crédito, que para los analistas era «demasiado optimista», dado que «la guerra hipotecaria en Reino Unido seguiría siendo un obstáculo».

Ahora, en mitad de una pandemia y una crisis económica que amenaza con extenderse en el próximo año, esa «guerra hipotecaria» es un desafío demasiado grande. De hecho, al igual que ocurre con otros tantos mercados bancarios europeos, desde España a Alemania, el británico también se está consolidando. Uno de los actores principales que esperan del que esperan movimientos los analistas es Lloyds, aunque su alta participación en el mercado hipotecario (con un 20% de cuota de mercado) aleja la posibilidad de adquirir TSB.

Aun así, el gigante británico está en las quinielas para adquirir la filial del banco catalán, reconocen fuentes del sector. TSB mantiene más de 500 sucursales y un balance con algo menos de 40.000 millones, según las cuentas anuales de 2019. Aunque la clave para sacar un mayor rendimiento a la filial es que se intentará poner en valor su cartera de hipotecas de alta calidad, que genera cerca de 1.000 de ingresos anuales y otros 120 en forma de comisiones, y sus cerca de 2.400 millones de euros en forma de capital.

A MÉXICO TAMBIÉN SE LE PONE EL CARTEL DE VENTA

De hecho, esa es la gran baza para Sabadell. Pese a sus distintos problemas operativos, mucha competencia o poca eficiencia, TSB mantiene un balance saneado y con un volumen de capital muy alto. Así, la ratio de capital de máxima calidad, CET1 Fully Loaded, supera el 20% en la filial británica. Una cifra muy superior, por ejemplo, a la media en España, donde ese porcentaje no supera fácilmente el 12%. Aun así, los analistas ponen como límite los 700 millones, puesto que a partir de esa cifra el banco tendría un impacto negativo en su capital.

A la venta de Reino Unido le debería seguir la de México. Sabadell inició una nueva aventura país azteca en 2015, tras obtener la licencia bancaria. En la actualidad cuenta con 15 oficinas, un balance de unos 4.000 millones repartidos en tres divisiones bancarias: corporativa, con una fuerte apuesta por los desarrollos renovables, de empresas y personal. Con su venta se estima que podría obtener entre 250 y 300 millones, gracias al fuerte crecimiento de sus cifras, aunque mantiene una rentabilidad pequeña, en sus últimos años.

La inyección de capital de ambas ventas le serviría para reforzar su posición de capital de cara a un 2021 difícil en términos de rentabilidad. Además, le permitiría dar un paso en el mercado nacional, que ahora considera «prioritario», de cara a «aumentar su rentabilidad». Un camino que por sí solo, sin fusiones o adquisiciones, será muy difícil. Por ello, el refuerzo de capital le permitiría o bien intentar comprar algunas firmas más pequeñas o bien demostrar a BBVA que puede soportar una fusión. Porque como ha advertido el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, hay ciertos “noviazgos que se retoman con el tiempo”.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2