Santander crecerá de modo orgánico y fidelizará a su base de 145 millones de clientes

La escala del Banco Santander no es comparable a la de los demás bancos españoles, ni siquiera aunque se fusionen BBVA con Sabadell y Caixabank con Bankia. Basta ver que Santander, al término de esas operaciones de concentración bancaria en nuestro país, seguirá estando muy por encima de todos en activos totales, número de clientes (ver tabla adjunta con los datos del sector) y beneficios.

No es, de hecho, un banco español, sino un banco global, con un volumen de negocio en el exterior muy superior a todos, una diversificación geográfica muy compensada entre mercados maduros y emergentes, que permite balancear momentos malos de unos y otros, y una fortaleza de capital reforzada respecto de la competencia local que le evita necesitar fusiones en estos momentos, a pesar de la crisis económica generada por la pandemia.

Gracias a su tamaño y su carácter estratégico global, sigue siendo el único banco de origen español incluido todos los años, desde 2011, en la lista de 30 sistémicos mundiales del Financial Stability Board (FSB). Eso le ha hecho disponer a lo largo de los ejercicios de unos colchones de recursos anticrisis, imperativos por regulación, que permiten al banco centrarse en una estrategia de crecimiento orgánico y rentable de su base ya existente de 145 millones de clientes. Al margen de fusiones en el mercado local de España, Santander puede permitirse pensar globalmente en la fidelización y vinculación de sus clientes en todos los países, en una  profunda transformación digital, en la creación de plataformas tecnológicas globales de vanguardia, en una gestión estratégica global y en la consolidación de su gran compromiso con los principios de banca responsable en los países donde opera.

gráfico Banco Santander Merca2.es

Los resultados obtenidos por el Santander hasta el tercer trimestre ya superaron ampliamente las expectativas de los analistas, tanto en los ratios de márgenes como en beneficio neto y en generación de capital. El último trimestre también apunta bien, con la cotización recuperándose con subidas superiores al 30 por ciento, y el grupo espera para 2021 una buena tendencia en ingresos, una mejora en la calidad crediticia general y una mayor flexibilidad de gestión gracias a su ratio de capital CET1 del 12%.

Estos factores permitirán el año próximo a Santander «capturar oportunidades para generar valor de forma orgánica», mediante tres cambios estructurales: 1) la puesta en marcha en sus filiales de Europa de un modelo operativo común de gestión, 2) la creación de una de las mayores plataformas globales de pagos del mundo, y 3) el lanzamiento de un nuevo gran jugador global bancario, uniendo el digital puro Openbank con la división de negocio Santander Consumer Finance, que desde hace años ya es una de las mayores entidades del mundo en financiación al consumos y pieza básica del grupo.

La semana pasada, en una entrevista con la agencia Bloomberg TV, la presidenta del banco, Ana Botín, declaró: “Es demasiado pronto para cantar victoria, pero las perspectivas actuales son mucho mejores que hace unas semanas. Sí, hay muchos desafíos, deuda, mayor desigualdad, pero hay una base clara y racional para la esperanza. En general, espero que 2021 sorprenda al alza. Tenemos un potencial significativo para el crecimiento orgánico dentro de nuestro negocio. La misión del Banco Santander es ayudar a las personas y los negocios a prosperar, aprovechando la fuerza de nuestro balance. Con nuestra inversión continua en tecnología e innovación, podemos ofrecer comodidad, simplicidad, estabilidad y seguridad para nuestros 145 millones de clientes en todo el mundo».

El plan de transformación del Santander parte de «los sólidos cimientos que hemos construido», en palabras de Botín. Ahora, el banco persigue poner en marcha ese modelo operativo común comentado (conocido como One Santander), «que permitirá dar soporte a todos los negocios y aprovechar las oportunidades de servicios compartidos y los beneficios de tener un equipo con una única visión». One Santander empezará en 2021 en Europa y luego se extenderá a América. “Simplificaremos los productos y servicios que ofrecemos a nuestros clientes -explica Botín- para mejorar la experiencia con el banco, y a la vez seguiremos impulsando la innovación apalancando nuestras capacidades digitales, rediseñando nuestro modelo de distribución y automatizando nuestros procesos sobre una plataforma común».

La creación de un banco global de financiación al consumo nativo digital llevará una gran innovación digital a al menos 15 mercados: Alemania, Austria, Bélgica, Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Italia, Noruega, Países Bajos, Polonia, Portugal, Reno Unido, Suecia y Suiza. Partirá con más de 20 millones de clientes y una amplia red de acuerdos con 130.000 grupos de distribución minorista y concesionarios de automóviles y motos.

Openbank ya inició su expansión internacional el año pasado, entrando en Alemania, Países Bajos y Portugal, y espera comenzar a operar en Argentina en el primer semestre de 2021. Para Banco Santander, ambos negocios presentan un amplio potencial de desarrollo, que se multiplicará con la integración. La operación permitirá poner a disposición de los clientes de SCF no sólo créditos al consumo sino la oferta comercial completa de servicios de Openbank, que ha desarrollado una plataforma tecnológica de última generación.

Y el negocio global de pagos servirá a Santander rivalizar de forma ventajosa con las grandes plataformas tecnológicas que aspiran en el futuro a ser bancos. El grupo español integrará los sistemas de pago más innovadores en una nueva empresa autónoma, que se convertirá en una de las fintechs no cotizadas más grandes del mundo. Esta sociedad ofrecerá soluciones sólo a los clientes de Santander en una primera etapa, pero posteriormente estará abierta a nuevos clientes y a otras compañías.

La nueva sociedad desarrollará su actividad en tres áreas de negocio: 1) pagos a comercios, que se  construirá sobre la experiencia de la plataforma Getnet del banco en Brasil y que ya se ha lanzado en México, Argentina y Chile; 2) soluciones para ayudar a las pymes en su internacionalización, de forma que accedan a servicios solo disponibles hoy para grandes empresas, y que se basará en la plataforma Ebury, que opera en 17 países y 140 monedas; y 3) productos y servicios digitales para particulares, para lo que aprovechará el éxito de Superdigital, la plataforma de inclusión financiera del banco para la población no bancarizada en Latinoamérica, que ya está presente en cinco mercados.