El Gobierno abordará de forma «sosegada» el pago por el uso de «costosas» autopistas y autovías con las distintas formaciones políticas al considerar que «lo lógico es que los usuarios contribuyan a su mantenimiento», como en el caso de otras infraestructuras de transporte como los puertos, aeropuertos o ferrocarriles.
Así lo ha señalado el director del Departamento de Asuntos Económicos en el Gabinete de Presidencia del Gobierno, Manuel de la Rocha, durante su participación en el I Simposio del Observatorio de la Movilidad, organizado por ‘El Español’ e ‘Invertia’, en el que ha avanzado que el Ejecutivo va a poner encima de la mesa el pago para la sostenibilidad de todas las redes de alta capacidad del Estado, sobre todo de redes viarias de automóviles y carreteras.
De la Rocha ha indicado que Bruselas lleva «mucho tiempo» incidiendo en que se trata de un tema importante a tratar y «hay voluntad del Gobierno» de abordarlo de forma «serena y sosegada» para que «todo el mundo entienda que las vías de alta ocupación y capacidad tienen un coste e mantenimiento importante».
«Lo lógico es que los usuarios contribuyan a su sostenimiento», ha enfatizado De la Rocha, aludiendo a lo que sucede en el caso del mantenimiento de infraestructuras de transporte como los puertos, aeropuertos y ferrocarriles, a diferencia de las autopistas y autovías.
Por ello, cree que es «bueno» abordarlo y hacer entender que el pago por el uso es «más progresista y justo», matizando que puede haber «remedios» para evitar que la carga de ese pago recaiga de forma «desproporcionada» sobre los colectivos más vulnerables.
De esta forma, ha aludido al ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, respecto a que este proceso se abordará de forma «sosegada y serena» con las distintas fuerzas políticas para llegar a una solución que dé respuesta al mantenimiento de estas «costosas» vías.
PROHIBICIÓN DE COCHES DE COMBUSTIÓN A MEDIO PLAZO
De igual forma, De la Rocha ha indicado que el Gobierno sigue «comprometido» en la decisión de prohibir en el medio plazo los coches de combustión, en línea con otros países como el Reino Unido, que ha fijado para la próxima década la prohibición de este tipo de vehículos, si bien De la Rocha no ha mencionado ninguna fecha.
En este contexto, ha abogado por «anticiparse» antes de que se produzca ese fin y lograr que España tenga un posicionamiento en el mercado de los coches limpios, eléctricos y de hidrógeno, para lo que el Plan de Recuperación incluye planes «muy ambiciosos» de despliegue de puntos de recarga, apoyo a baterías, a la cadena de valor, incluida la explotación de litio o el apoyo a la industria de componentes con I+D para «tomar rápido el tren de l fabricación de coches limpios».
«Tenemos la industria, los fondos, el tejido productivo y hay voluntad política», ha enfatizado, tras remarcar la importancia del despliegue de la movilidad sostenible en España y el «desafío» de la descarbonización.
Ha recordado que España tiene una industria automovilística «muy importante» que representa el 12% del PIB con industria de componentes y siete grandes empresas fabricantes, además de una cantidad «enorme» de pymes e industria de componentes.