Está claro que la lasaña es una de las recetas más ricas que podemos hacer, por no hablar de que es realmente sencilla. El problema está en el uso del horno, pues hay quienes no tienen, y quienes prefieren ahorrarse semejante gasto de luz.
No por ello vas a tener que renunciar a una buena lasaña casera. Aunque te parezca mentira, la puedes hacer perfectamente sin horno, y queda igualmente deliciosa. A continuación, te damos todos los pasos que debes seguir para tener la mejor lasaña, con la que dejarás a todos tus comensales de piedra.
Montaje de la lasaña
Y llegamos al paso final y más importante para tener una verdadera lasaña al estilo original italiano. En una sartén honda, pon unas cucharadas de salsa de tomate. Extiende por toda la superficie y sobre esta, pon la primera capa de obleas de la lasaña. Sobre esta, pon la salsa de carne, y un poco de la bechamel casera que has preparado.
Pon otra capa de obleas y repite el proceso hasta tener tres pisos. En el último piso, pon la salsa de carne, pero no termines con otra capa de obleas, en Italia lo hacen de dos formas, o ponen una capa de queso mozzarella o una fina capa de bechamel. Tapa la sartén y enciende el fuego, pero ponlo lo más bajo posible. Deja durante 5 minutos, y cuando esté caliente, retiramos y servimos.
