La ponencia de la Comisión de Presupuestos del Congreso que tramita la cuentas para 2021 ha aprobado este miércoles la supresión del impuesto al diésel, pactada entre el Gobierno y el PNV, así como otras enmiendas de los nacionalistas vascos, el PRC y Teruel Existe.
El texto proseguirá ahora su tramitación en la Comisión de Presupuestos a la que ha sido remitido con el apoyo de los grupos del Gobierno y el PNV y la abstención de Ciudadanos, ERC y el PDeCAT. El PP y Vox han votado en contra.
Los grupos comenzarán a debatir y votar el resto de las enmiendas y los vetos a cada una de las secciones del proyecto desde el martes 24 de noviembre.
A lo largo del proceso, el Gobierno podrá vetar cualquier enmienda que suponga un aumento de los gastos o aminoración de los ingresos previstos, para lo cual la Comisión ha dejado de plazo hasta el próximo lunes a los grupos para subsanar.
El Congreso ha remitido al Gobierno la relación de enmiendas que incurren en esta circunstancia, si bien figuran entre ellas varias de las ya incorporadas al proyecto, como la eliminación del llamado ‘impuesto al diésel’, pero también la ristra de beneficios fiscales para eventos, actos de conmemoraciones o programas varios propuestos por el PSOE y Unidas Podemos en sus enmiendas.
Además, la ponencia ha incluido los 20 millones de euros adicionales dirigidos a entidades locales para financiar políticas del Pacto de Estado contra la Violencia de Género y la ‘congelación’ de los sueldos del Gobierno, una enmienda que llegó fuera de plazo pero que finalmente ha sido incluida.
Además de la supresión de la subida al diésel para equipararlo con la gasolina, la ponencia ha incorporado otras enmiendas del PNV pactadas con el Gobierno, como el plan renove de 50 millones para la industria de la máquina-herramienta y la creación de un nuevo contrato para la formación dual universitaria.
Respecto a las del PRC, se han sumado enmiendas pactadas con el PSOE, entre ellas la que prevé 14 millones de euros para trabajos dirigidos a acelerar la llegada del AVE a Cantabria, contemplando un total de 158 millones hasta 2024.
De Teruel Existe, una de las enmiendas incorporadas pasa por dirigir una subvención a Cellnex para el desarrollo del Laboratorio Nacional de Acciones contra la Despoblación (Labnad), que tiene previsto desarrollar y estudiar nuevas tecnologías para mejorar las oportunidades y servicios del entorno rural.
UNA «ERRATA» SOBRE USO DE PATRIMONIO DE LA CORONA
Por otro lado, la ponencia ha aceptado una «corrección de errata» en el articulado de la ley, en una disposición dirigida a modificar la Ley del Patrimonio Nacional, y que los grupos del Gobierno buscaban cambiar.
Concretamente, eliminar un párrafo que habilitaba a la Presidencia de Patrimonio Nacional para autorizar el uso total o parcial de bienes inmuebles de la Corona «que no resulten necesarios al inmediato uso» para realizar actividades públicas o privadas de forma «esporádica o temporal».
Esta corrección ha sido aprobada con el voto del PSOE y Unidas Podemos y el voto en contra de Esquerra Republicana y el PDeCAT, mientras que el PP, Vox y Ciudadanos han decidido abstenerse.
EL GOBIERNO SÓLO NECESITA DOS DIPUTADOS HASTA LLEGAR AL PLENO
A partir de ahora, el proyecto de Presupuestos pasa a Comisión, donde se examinará, sección a sección, junto a las cerca de 4.000 enmiendas presentadas por los grupos desde el martes 24 de noviembre hasta el jueves 26.
Para estas votaciones el Gobierno deberá tener un respaldo suficiente de los grupos a sus nuevas cuentas, ya que un rechazo de la Cámara a una sección de los Presupuestos implicaría la devolución de todo el proyecto. En Comisión, el PSOE y Unidas Podemos suman 17 de los 37 diputados, a sólo dos de la mayoría absoluta, lo que da a los grupos del Gobierno un amplio margen de maniobra para sumar los apoyos necesarios para ir sacando adelante las votaciones.
Y es que esos dos votos que le faltan pueden salir del PNV, socio del PSOE en el Gobierno vasco y con el que el Ejecutivo asume un acuerdo; o bien de EH-Bildu, que se ha declarado partidario de apoyar las cuentas; o incluso del PDeCAT, que ocupa la Portavocía del Grupo Plural y que, a diferencia de su socio de Junts, está dispuesto a negociar. Tienen también la carta de Ciudadanos, que aceptó tramitar el Presupuesto para dar margen a la negociación.
Las cuentas llegarán al Pleno del Congreso en dos semanas, a partir del 30 de noviembre, donde cada ministro del Gobierno deberá defender las cuentas y la Cámara Baja votar las enmiendas que hayan sido rechazadas en ponencia y comisión y que, por tanto, queden ‘vivas’.
Ésa será la semana clave, donde el PSOE y Unidas Podemos necesitan tener atados los apoyos porque, a falta de una votación de conjunto, el proyecto se va a ir votando sección a sección y una derrota en las cuentas de uno de los ministerios implicaría que todo el proyecto de Presupuestos sería derribado.
Si el proyecto superara las votaciones de cada sección, el Congreso aprobaría los Presupuestos el 3 de diciembre, enviando las cuentas al Senado. Allí continuaría su tramitación, con los mismos procedimientos que en la Cámara Baja, a la que sólo volvería en caso de introducirse cambios, para celebrar una última votación acerca de los mismos, antes de su entrada en vigor.