El secretario general del Tesoro y Financiación Internacional, Carlos San Basilio, ha avanzado este jueves que el organismo realizará en 2021 su primera emisión de un bono ‘verde’ que se prevé que sea sindicada y de entre 5.000 y 10.000 millones de euros, según «el apetito» que presente el mercado en ese momento, aunque con la intención de alcanzar un nivel de liquidez de 20.000 millones a largo plazo con sucesivas reaperturas.
Así lo ha detallado San Basilio durante su participación en la jornada ‘Financiación y Bonos Verdes y Sostenibles como elementos para la recuperación’, organizada por Bolsas y Mercados Españoles (BME) y el Observatorio Español de la Financiación Sostenible (OFISO), en la que ha recordado que la intención inicial del Tesoro era haber realizado esta primera emisión ‘verde’ en la segunda mitad de 2020, algo que finalmente no se ha podido hacer ante «la falta de un presupuesto reciente», por lo que «la intención es hacerlo en 2021».
San Basilio ha explicado que habrá que «afinar» la emisión el año que viene en trabajo cercano con la comunidad inversora y los bancos asesores para lanzar un bono a 20 años, con una primera emisión sindicada de unos valores de en torno a 5.000 o 10.000 millones de euros, en función del «apetito» inversores en ese momento.
No obstante, ha destacado que vista la tendencia de «enorme demanda» por emisiones soberanas este año y de una demanda «muy fuerte» por las emisiones sostenibles, la combinación de ambas garantizará una demanda «muy potente» del bono verde el año que viene.
Por ello, se marca el objetivo de que la liquidez alcance los 20.000 millones de euros, aunque «no en una primera emisión, pero sí a lo largo de la vida del bono, en sucesivas reaperturas».
Además, ha precisado que la emisión del bono verde se acometerá sobre la pase del Presupuesto de 2021 al ser «importante» que dicho bono se asocie a partidas de gasto de un presupuestos reciente que facilite la identificación de origen de fondos medioambientalmente sostenibles y destino en proyectos de esas características.
En este sentido, ha indicado que las emisiones de bonos verdes ya no van dirigidas a un nicho de mercado, sino que su cotización es «prácticamente» al mismo nivel que los bonos nominales tradicionales del Tesoro e incluso en algunos momentos puede suponer un ahorro respecto a otras alternativas de emisión, facilitando, en todo caso, diversificación, con lo que se reducen también a los costes.
El objetivo del Tesoro, ha desgranado, es mantener el bono verde con sucesivas reaperturas de forma que vaya alcanzando la liquidez necesaria para ser un bono de referencia y contemplar la posibilidad de apertura de emisiones en bonos verdes adicionales en otros tramos de la curva, algo que se verá en función de la evolución de la combinación de la emisión verde y de la demanda de los inversores.
Según San Basilio, la incorporación de emisores soberanos a los bonos verdes explica el crecimiento «exponencial» y da muestra del «compromiso» de estos emisores y el interés del mercado por el «círculo virtuoso» de la generación de mayor liquidez y un mayor atractivo para inversores y emisores.
Por ello, ha dicho que este fenómeno «relativamente reciente» de la incorporación de emisores soberanos es «imparable».
BME PODRÁ SER UNA «PLATAFORMA DE REFERENCIA»
De cualquier forma, ha destacado el peso de España al situarse en el ‘top 10’ en la emisión medioambientalmente sostenible y augura una «buena situación» con la entrada del Tesoro en el mercado de los emisores soberanos de bonos verdes para que el gestor de los mercados españoles (BME) pueda ser una «plataforma de referencia» para la negociación de bonos verdes.
«BME ha demostrado su capacidad para desarrollar ámbitos de negociación exitosos en todo el espectro de productos del sector financiero, por eso creo que B ME cuenta con buenas condiciones para dar ese salto», ha apostillado.
El secretario general del Tesoro ha trasladado el «total interés y apoyo» d ella Administración en la colaboración con el sector privado para poder seguir colaborando en el objetivo de dar el mejor uso de los fondos europeos que recibirá España y se plasmarán en el Plan de Recuperación, con 72.000 millones en transferencias hasta 2023, de ellos 27.000 millones adelantados en los Presupuestos de 2021.
Ha recordado al respecto que «una parte importante» de los fondos europeos irán destinados a proyectos de sostenibilidad verde y que el reglamento que se está negociando en la UE fija una referencia con unos niveles de inversión verde de en torno al 37% respecto a la inversión total.