El aceite de coco se enmarca por ser un ingrediente natural que tranquilamente puede ser utilizado para el cabello y la piel, generando que sea muy usado por muchas mujeres para su beneficio personal. Sin embargo, existe la diatriba relacionada ¿Es bueno como lubricante?
La sequedad vaginal puede producirse por el surgimiento de distintos elementos, estos pueden relacionarse a una candidiasis o la menopausia. Por ejemplo la falta de líquidos en la zona genital puede repercutir en las relaciones sexuales, originando sensaciones de incomodidad y dolorosas en algunas ocasiones. En este sentido, los lubricantes pueden ser considerados como un aliado ideal.
Pueden encontrarse un sin número de lubricantes dirigidos para mujeres en el mercado, productos que vendrán acompañados por las indicaciones que realicen los especialistas médicos. No obstante, las mujeres que permanentemente están buscando una opción diferente, pueden optar sin ningún problema por el aceite de coco como un mecanismo eficaz.
El aceite de cocos es extraído fundamentalmente de cocos maduros muy ricos en grasas saturadas, la inmensa mayoría de las mismas están formadas por ácido láurico, que en sí son las que proporcionan la contextura espesa, tiende a solidificarse en temperatura ambiente y se logra derretir en un líquido resbaladizo al calentarse la piel.
El Dr. Lawson es uno de los partidarios en recomendar el aceite de coco a sus pacientes, ya que para él es un garante al instante de utilizarlo como lubricante. Por otra parte, el aceite de coco no únicamente actuara como lubricante natural, sino que al mismo tiempo el aceite de oliva virgen extra puede participar de manera activa.
En el caso que tu sequedad vaginal sea causada por una condición determinada de salud, una de las opciones totalmente naturales que existen es el aceite de coco, esto devenido por su efectividad y practicidad. Sin embargo, la composición de cada uno de los aceites de coco son similares, con lo cual se hace indispensable saber cuál es el que se está adquiriendo como potencial lubricante. Por lo general, es conveniente que te informes sobre el tipo de grado alimenticio que cuenta, cuya composición debe estar alejada de los aditivos y conservantes.
Una de las condiciones imprescindibles que resalta al aceite de coco es su versatilidad, ya que puede ser usado en la piel luego de tomate un baño, con ello obtendrás un brillo luminoso. También, puedes aplicarlo como una especie de solido en tu cabello, puesto que obtendrás una mascarilla súper hidratada a lo largo de la noche.
A raíz que el aceite de coco tiende a mantenerse suave y puede aplicarse como humectante, es una alternativa formidable para mejora acertadamente la estimulación vaginal, esto como consecuencia de la creación de menos ficción. Con el traspasar del tiempo, los lubricantes producidos a base silicona o de agua pueden ser pegajosos.
El Dr. Kashani sostiene que determinados lubricantes tienen la capacidad de desnivelar la acidez de la vagina, conllevando a que aparezca una sensación negativa en el estado de ánimo y a la aparición de infecciones causadas por hongos. Es importante señalar, que el pH del aceite de coco muestra lo perfecto que es el pH vaginal, haciendo que sus efectos secundarios sean desconcertantes.
La manera de tener el frasco estéril adecuadamente, es añadiendo una cucharada de tiempo sexy con el fin de sacar algo de lubricante del frasco, con ello se calentaran tus manos y acto seguido, habrá un derretimiento en la temperatura de tu cuerpo.
Tienes la opción de guardar el aceite de coco en un armario, en ese lugar debe estar perfectamente estable entre 6 y 12 meses. No obstante, es esencial verificar las fechas de vencimiento, debido a que si existe un olor fuerte surgido del aceite, es señal clara de descomposición y por ende: ¡Hay que botarlo!
El aceite de coco como lubricante debe descartarse al momento de utilizar los condones de látex, ya que el caucho situado en los condones se dañara cuando haya relaciones sexuales. Por consiguiente, pueden ampliarse los riesgos de embarazo o el contagio de enfermedades de transmisión sexual.