Se han escrito ríos y ríos de tinta sobre la productividad en el trabajo, y es posible que como autónomo ya hayas probado algunas técnicas como la Pomodoro. Sin embargo, en muchas ocasiones te encuentras con que aunque te organices a la perfección cuando llega el final del día todavía te quedan cosas pendientes por hacer. Por eso, en esta ocasión te queremos hablar de otra técnica para mejorar tu productividad, la de hacer pausas en el trabajo.
Con frecuencia el autónomo se ve tan saturado por todo el volumen de tareas que tiene pendientes que decide eliminar todo tipo de descanso durante su jornada para rendir más. Pero eso es un grave error. Está demostrado que la atención que puede prestar nuestra mente a las cosas es limitada y, por tanto, aunque pases seis horas seguidas elaborando un mismo informe no por ello lo vas a acabar antes o va a estar mejor hecho.
Lo que proponen ahora los expertos en productividad es hacer pequeñas pausas durante la jornada laboral. Esto es algo que los asalariados practican con frecuencia, pero que en el caso de los autónomos es mucho más extraño, aunque sería aconsejable que lo hicieran.
Las bondades de la pausa para el café en el trabajo
En muchas empresas hay un horario estipulado para que los empleados hagan una pequeña pausa a lo largo de la mañana y puedan desayunar. Si esta costumbre se ha mantenido durante décadas es porque se ha demostrado que este pequeño parón mejora mucho la productividad.
Cuando el trabajador va a la máquina a por un café o se acerca a una cafetería cercana está reduciendo sus niveles de estrés al cambiar de ambiente durante un rato. Además, esa pausa para el café es un buen momento para socializar, lo que mejora el clima laboral.
Lo que ocurre es que los autónomos con frecuencia trabajan solos y se cargan encima más presión de la que deberían. Creen que salir 15 o 20 minutos a tomar un café es una pérdida de tiempo, y es justo esta mentalidad la que hay que cambiar.
Cuando uno está sobrepasado de trabajo el estrés comienza a hacer de las suyas y el rendimiento disminuye. Si en lugar de seguir trabajando cuando la productividad está en descenso, se para unos minutos, se puede observar que al volver a la actividad el rendimiento crece de nuevo.
Por tanto, tomarse de vez en cuando un pequeño descanso no es nunca una pérdida de tiempo, sino la mejor forma de recargar de nuevo las pilas para volver a la actividad con mucha más energía.
La pausa activa para mejorar la salud laboral
En algunos países comienza ya a aplicarse en el trabajo lo que se conoce como pausa activa, una tendencia que seguramente acabará llegando aquí y que los autónomos deberían practicar por el bien de su salud a nivel físico y mental.
La pausa activa tiene una duración de 10 a 15 minutos e implica moverse un poco y hacer algunos ejercicios de respiración y de estiramientos. Los ejercicios de respiración ayudan a descender los niveles de estrés, que suelen ser altos en los autónomos. Mientras que los estiramientos ayudan a que no aparezcan dolores musculares después de mucho tiempo en la misma postura.
Los expertos consideran que estas paradas en el trabajo ayudan a acabar con el sedentarismo, mejoran la salud laboral e incluso afectan positivamente al estado de ánimo.
No hace falta complicarse demasiado la vida. Basta con hacer unos pocos estiramientos en la oficina o lugar de trabajo. Como ocurre con la pausa para el café, quien lleva a cabo estos pequeños descansos nota que cuando retoma la actividad lo hace con mucho mejor ánimo y puede rendir más.
Los beneficios de hacer pausas en el trabajo
Ya hemos visto que hacer pequeños parones durante la jornada laboral tiene efectos muy positivos sobre la salud mental y física, pero vamos a repasar todas las ventajas que tiene.
En primer lugar disminuye el estrés, al permitir a nuestra mente centrarse en otras cosas que no sean el trabajo. Por otro lado, favorece el cambio de postura, lo que contribuye a liberar el estrés articular y muscular.
Muchas veces nos encontramos con que nuestra mente está bien para seguir trabajando más pero nuestro cuerpo no puede aguantar más estando de pie o sentado en la misma postura. Hacer un descanso ayuda a mejorar la circulación y a mejorar la postura, permitiendo a nuestro cuerpo estar en mejores condiciones.
Un breve descanso te hace notar que puedes seguir siendo productivo aún cuando llevas muchas horas trabajando, y esto favorece la autoestima y mejora la concentración, lo que da lugar a una mejora en el desempeño laboral.
¿Cómo introducir pausas en la jornada?
Mientras que el asalariado reconoce la pausa del café como un derecho, en el caso del autónomo casi hay que obligarle a que se tome un descanso. En primer lugar hay que cambiar la mentalidad y ver que un breve descanso no es una pérdida de tiempo sino una inversión para ganar en productividad.
A fin de evitar que el profesional se centre demasiado en lo que está haciendo y se olvide de tomarse un descanso se puede dividir la jornada de trabajo en varios tramos. Existen aplicaciones de cronómetro o alarma que se pueden usar tanto en el ordenador como en el móvil y que avisarán al autónomo de cuándo ha llegado el momento de hacer una pequeña pausa.
Aunque al principio puede costar un poco acostumbrarse a hacer varios de estos parones durante la jornada, en cuanto se prueba el sistema durante unos días se comprueba que es cierto que da muy buenos resultados.
Por tanto, si eres autónomo y estás teniendo problemas de productividad, olvídate de trabajar más y más horas, porque eso no va a dar resultado. En su lugar prueba a hacer algunas pausas durante la jornada y así aprovecharás al máximo las horas que pases trabajando. Te sorprenderá ver que con pequeños ajustes en tu jornada puedes conseguir grandes cambios en productividad.