El dato está ahí: el delivery captó 2,2 millones de compradores durante el primer estado de alarma. En la actual segunda ola, tanto la entrega a domicilio como el take away siguen creciendo. En concreto, un 85% y un 60%, respectivamente. “En esta segunda ola nos hemos encontrado con que ese servicio esencial que era la entrega a domicilio en la primera ola ahora no es considerado así. Estamos muy limitados horariamente en muchas comunidades autónomas, especialmente en Andalucía, Cataluña, Navarra y País Vasco. Eso es muy preocupante”, se lamenta Miguel Justribó, chief purposse officer en Food Delivery Brands, antes Grupo Telepizza, en una entrevista en Negocios TV.
Por ejemplo, en Andalucía, está permitida la entrega a domicilio. Eso sí, sólo hasta la diez de la noche. Por tanto, el último pedido tiene que estar entregado a las 21,30 horas. “Eso supone perder entre un 35% y un 40% de los pedidos porque, nos guste, o no nos guste, en España pedimos y cenamos tarde”, señala el directivo de Telepizza.
Por esta razón, Miguel Justribó se muestra muy explícito: “No tiene sentido que, a día de hoy, en una segunda ola durísima, pero con la experiencia de gestión que tenemos de la otra vez, poner en cuestión lo que ya funcionó”. Se trata de un corte a una actividad que, como ha quedado reflejado en los datos anteriormente citados, estaba creciendo. “Era un balón de oxígeno para un sector golpeadísimo como es la hostelería y se está viendo muy limitado”, se lamenta.
ESTIMACIÓN EN TELEPIZZA
Food Delivery Brands, entre Telepizza y Pizza Hut, tiene cerca de 800 tiendas en toda España. “Si no se mantiene ese parte de hasta las doce de la noche, de poder hacer la última entrega hasta las 23,30, estamos hablando de una caída de ventas en el negocio de un 35%”, concreta Miguel Justribó en Negocios TV. Porcentaje similar al del resto del sector. Un sector que ha sido el que más ha invertido para adaptarse. Bares y restaurantes que antes no hacían servicio a domicilio y ahora lo hacen, que se adaptaron para poder dar take away, que se han digitalizado y hechos modificaciones en sus cartas, también en packaging… “Y, de repente, de la noche a la manaña, le quitas la posibilidad de ese 35% de venta”, recalca.
Por eso, el directivo del antiguo Grupo Telepizza pide “orden, claridad, interlocución y sentido común porque hay una absoluta disparidad de normas entre una comunidad autónoma y otra. Incluso, dentro de las propias comunidades autónomas, entre una población y otra”.
Miguel Justribó pide a gobierno central y autonomías “orden, claridad, interlocución y sentido común”
Una situación que contrasta con los países de nuestro entorno. Alemania, Francia, Reino Unido o Italia también se han creado nuevas medidas con la segunda ola, pero siguen declarando la entrega a domicilio como servicio esencial.
DEJAR TRABAJAR
El sector de la restauración, ante esta tesitura, tiene muy claras cuáles son sus reivindicaciones: flexibilización del tema de los ERTE, la adaptación a la situación actual con el tema del IVA o de los alquileres… “La mejor ayuda que puede venir de un gobierno es que te dejen trabajar. No estamos pidiendo ayudas para dejar de trabajar. No. Lo que queremos es que nos dejen trabajar esas horas”, matiza.
Desde el mes de febrero, Telepizza empezó a modificar sus protocolos. Fueron los primeros en lanzar un servicio al que llamaron ‘Cero Contacto’. Unos protocolos de seguridad que afectan tanto a la elaboración, a la protección de los trabajadores, como a las entregas. “Son protocolos que se van a quedar. Y no pasa nada porque se queden”, manifiesta Miguel Justribó.
Todo este boom del delivery ha supuesto para Telepizza una mayor competencia. Más jugadores en el campo de la entrega a domicilio. “La competencia es buenísima. Primero, porque te ayuda a ser mejor. Y, segundo, porque lo que ha hecho es aumentar todavía más el hábito. Nos va a ayudar a mejorar el sector”, sostiene Miguel Justribó. Y concluye: “Pedimos a gobierno y comunidades autónomas que se pongan de acuerdo, que se organicen, que escuchen a un sector que no está pidiendo ayudas, sino que nos dejen trabajar”.