La falta de vacunas en Latinoamérica alargará la agonía de Air Europa

A finales de agosto del año pasado, el presidente argentino, Mauricio Macri, recibió en el aeropuerto de Iguazú el vuelo inaugural de la línea Madrid y Puerto de Iguazú de Air Europa. A la expedición, unos 300 pasajeros, la había despedido la ministra de Turismo, Reyes Maroto, alegando que era «esencial» para la «Estrategia de Turismo Sostenible de España». Unas declaraciones institucionales que cerró la directora general de la aerolínea, María José Hidalgo, con la promesa de reforzar «el compromiso» con el país y la región. Ahora, apenas 14 meses después, la situación ha cambiado radicalmente.

En la actualidad, Macri ya no es presidente de Argentina, Air Europa dejará Globalia y ese apego a la región latinoamericana complicará con fuerza la recuperación de su negocio. Y es que, pese a la euforia desatada en los mercados por los avances en una vacuna contra el covid-19, el anuncio de Pfizer y BioNTech esconde una amarga realidad: los países más pobres podrían tener que esperar años para vacunar a su población. Entre los que se incluyen, obviamente, muchos sudamericanos en los que la aerolínea española desarrolla su negocio y, además, de manera muy rentable.

El mejor ejemplo de las complicaciones futuras que tendrá Air Europa para levantar su negocio es poner la lupa en su ruta más rentable: Madrid-Bogotá. Así, el presidente de Globalia y dueño de la aerolínea, Pepe Hidalgo, reconocía hace unos años que dicha línea no ha bajado la ocupación del 95% de media, en los dos sentidos, desde su creación. Pero Colombia es uno de los países más castigados por la pandemia, en la actualidad, suma cerca de 9.000 contagiados diarios y acumula hasta 1,17 millones desde su comienzo. Aunque el verdadero problema es cuándo podrá llegar la vacuna.

LOS PAÍSES SUDAMERICANOS APENAS CUENTAN CON 0,2 DOSIS POR PERSONA

En principio, el Gobierno colombiano señaló que alcanzó un acuerdo con Pfizer para adquirir hasta 10 millones de dosis y que esperaba que llegase a 15 en el primer semestre. Aun dando por buenos los datos, que no aparecen en los registros oficiales, eso significa que hasta junio no podría vacunar a toda la población del país mayor de 55 años. Eso en el mejor de los casos, dado que el desafío logístico de la cadena de frío y control poblacional para llevar a cabo la vacunación es un desafío enorme para los países con menores ingresos. A eso se le añade una frontera poco eficaz con otras regiones que están peor como Venezuela.

Así, los problemas de Colombia también son los problemas de Air Europa, ya que no solo se circunscriben a Bogotá. La aerolínea española inauguró recientemente una línea con Medellín y esperaba hacerlo en 2020 con uno de los centros turísticos de la región Cartagena de Indias. Además, tampoco es un problema que se circunscriba solo a dicho país. Brasil cuenta en la actualidad con contratos que le permiten una dosis por ciudadano, se deben suministrar dos. En México, esa cifra es la mitad y ninguno de sus contratos es con una gran farmacéutica, se limita a CanSino y Gamaleya, que llegarán más tarde.

«Los países ricos representan más de la mitad de todas las compras confirmadas de dosis de vacunas», alertan los investigadores del Centro de Innovación en Salud Global de la Universidad de Duke. De hecho, la diferencia es enorme. Canadá tiene apalabradas hasta seis dosis por cada ciudadano, mientras que un sin fin de países pobres, entre los que se incluyen muchos de Latinoamérica, apenas cuentan con un ratio de 0,2. En concreto, aquellos que dependen de la alianza dirigida por la OMS para el reparto de vacunas y tratamiento llamada COVAX.

MÁS DE UN TERCIO DE LAS RUTAS DE AIR EUROPA SON A LATINOAMÉRICA

Los mismos datos que ofrece la Universidad de Duke señalan que incluso en el caso de Brasil, que tiene contratadas el mayor número de dosis de la región, el resto está por detrás de otros países más pequeños como Nepal o Uzbeskistán. Además, en el ranking no aparecen siquiera otros muchos países, todo ellos en los que opera Air Europa, como: Venezuela, Bolivia, Panamá, Honduras, República Dominicana, Colombia o de forma muy residual Paraguay, Uruguay, Ecuador y Perú.

En otras palabras, que más de un tercio de los destinos de los vuelos de Air Europa se mantendrá en mínimos durante todo el año 2021 (veremos más adelante) por el efecto del covid-19. Un drama que le aleja de la recuperación que pueden experimentar otras compañías que operan en su gran mayoría vuelos europeos como Ryanair, easyJet u otras más locales que todavía sigan en píe. Una situación que abocará a nuevas negociaciones con IAG para su compra, sino se han contemplado ya para bajar todavía más el precio, o que obligará a una inyección extra de capital.

Al fin y al cabo, la aerolínea ha necesitado un rescate público, por valor de 475 millones, después de estar algo más de siete meses lastrado por la pandemia. Pero se enfrenta como mínimo a otros seis en el dique seco, no habrá reaperturas turísticas importantes hasta abril o mayo en el mejor de los casos, y probablemente más del doble de ese tiempo sin poder operar sus rutas más rentables. Un panorama excesivamente sombrío para un rescate más bien escaso, si se compara con los gastos fijos que tiene, que implicará necesariamente un extra, ya sea a través, de nuevo, del Estado o en la integración con IAG.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2