El producto interior bruto (PIB) de la zona euro experimentó una expansión récord del 12,6% en el tercer trimestre del año, después del desplome del 11,8% en el segundo trimestre y de la contracción del 3,7% en los tres primeros meses de 2020, según la segunda lectura del dato realizada por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat, que ha rebajado en una décima su primera estimación.
A pesar del fuerte rebote registrado entre julio y septiembre, el PIB de la zona euro aún se mantenía un 4,4% por debajo de su nivel en el tercer trimestre de 2019.
En el conjunto de la UE, la economía de los Veintisiete experimentó una expansión récord del 11,6% en el tercer trimestre del año, lo que supone un fuerte rebote respecto del retroceso del 11,4% registrado entre abril y junio y del 3,3% en los tres primeros meses de 2020, pero supone una revisión de medio punto porcentual a la baja en relación a la primera estimación del dato, publicada el pasado 30 de octubre.
En comparación con el tercer trimestre de 2019, la economía de los Veintisiete era un 4,3% inferior.
Entre los países de la UE, Francia registró el mayor repunte del PIB en el tercer trimestre, con un crecimiento del 18,2%, después de contraerse un 13,7% entre abril y junio, por delante de España, que experimentó un crecimiento del 16,7%, tras haber registrado un desplome del 17,8% en el segundo trimestre.
En comparación con el tercer trimestre de 2019, España registró un retroceso del 8,7%, el mayor de toda la UE, por delante de la contracción interanual del 6% observada en Rumanía y del 5,7% en Portugal.
La reactivación de la economía europea en el tercer trimestre permitió una aceleración del empleo en la región, con un incremento del 0,9% trimestral del número de personas ocupadas tanto en la zona euro como en la UE, lo que representa el mayor aumento de toda la serie histórica, después de las caídas del 2,9% en la zona euro y del 2,7% en la UE observadas en el segundo trimestre de 2020.
En comparación con el mismo trimestre de 2019, el empleo acumula un retroceso del 2% en la eurozona y del 1,8% en el conjunto de la UE.