Los zombies tomarán los cielos: las aerolíneas frente a una nueva ola de rescates

La gran pregunta que rodea al sector aéreo es: ¿Cuánto tiempo más pueden aguantar las aerolíneas? Una cuestión para la que hay una respuesta general, difícilmente lleguen la mayoría a julio, y una más particular, depende del bolsillo del gobierno local de turno. Desde el comienzo, el mayor porcentaje de quiebras se ha concentrado en África y América Latina. Pero eso podría cambiar próximamente. Europa está bajo la lupa. De hecho, a medida que la segunda oleada ha empeorado las cifras del tercer trimestre y promete hacerlo con las del cuarto los analistas, las entidades y los gobiernos han vuelto a sacar las calculadoras.

Entre las aerolíneas europeas que más preocupan a los analistas se encuentran: Easyjet, IAG, Norwegian y Turkish Airlines. Nada mal, dado que gran parte de las que faltan como Air France, Lufthansa, Alitalia o Air Europa ya han sido rescatadas. Aunque cada una en distinto grado. La que más papeletas tiene para ser rescata, por segunda vez, es la noruega por dos motivos. El primero es la necesidad de capital. Así, con poco más o menos de 3.000 millones de coronas noruegas de liquidez (unos 275 millones de euros) solo sería capaz de cubrir sus costes fijos entre diciembre y marzo, según los cálculos de Bloomberg.

Norwegian a su vez tiene un problema extra y, es que, opera rutas de largo recorrido fuera de Europa que son las que se recuperarán de forma más lenta. Por ello, los analistas señalan que es probable que «necesite ayuda estatal adicional u otro financiamiento». Otra que tendrá problemas para llegar a verano será Easyjet. La compañía de bajo coste cuenta con algo más de 2.700 millones de colchón de liquidez, lo que sitúa su fecha crítica en junio. Más allá, «necesitará ayuda estatal», explican los expertos.

IAG «PREOCUPA»: EL DILEMA DE AIR EUROPA

Las otras dos en discordia, IAG y Turkish Airlines, preocupan, aunque se descarta por el momento que necesiten algún tipo de rescate. En cuento a la matriz de Iberia, los analistas de Bloomberg señalan que «con solo 8.500 millones de efectivo en el tercer trimestre y con la mayoría de sus aviones en tierra, seguimos preocupados por el gasto de efectivo mensual, los planes de gasto de capital y la adquisición de Air Europa«. Todo ello generará tensiones a lo largo de 2021 en la tesorería de la compañía aérea.

Aunque existe un problema evidente, y que muchos pasan por alto, con la compra de Air Europa. En principio, la inyección de capital y créditos que se le ha dado a la compañía aérea que lidera la familia Hidalgo haría pensar que llega sin cargas ni costes extras al holding de IAG, pero no es tan sencillo. Pese a que las estimaciones de las aerolíneas son que habrá recuperación plena en 2024, un año más tarde, muchas de ellas cuentan con que podrán operar con cierta normalidad a finales de 2021. Esas previsiones se deben a las buenas perspectivas con la llegada de las vacunas.

Pero se olvida de que Air Europa no opera en países desarrollados, sino que se trata de emergentes cuyo acceso a la vacuna no será tan rápido como en Europa. Sin ir más lejos, mientras que occidente se ha aprovisionado con las distintas curas que investigan las mayores farmacéuticas del mundo, Argentina ha decidido comprárselas a Rusia. Un tratamiento, el Aplicov, que está muy lejos de los estándares internacionales aceptados. Algo similar ocurre con Cuba, otro lugar fetiche para la compañía, y así gran parte de los países sudamericanos en los que la aerolínea de la familia Hidalgo es líder.

LOS ZOMBIES TOMAN EL CIELO, UNA ADVERTENCIA A FUTURO

Por último, en el caso de Turkish Airlines la preocupación también está en sus altos costes fijos. Los analistas señalan que actualmente «puede estar operando con pérdidas» dada su costosa estructura y la caída de ingresos. Una situación que de persistir en el tiempo le obligará a usar las líneas de crédito adicionales o incluso «podría necesitar de fondos adicionales». El problema en esto último es que la situación financiera de Turquía no será especialmente boyante en los próximos meses como para llevar a cabo un rescate de esta magnitud.

Así, tras los distintos rescates ejecutados en Europa y los que todavía quedan, los cielos se llenarán de lo que se conoce como zombies, empresas rescatadas y ayudadas por los bajos tipos cuyo negocio es deficitario. Pero no es nuevo, de hecho, de las 120 compañías aéreas clasificadas por IATA solo alrededor de 30 de ganaron dinero en 2017 y 2018. Además, el año pasado la mayor parte de las ganancias provinieron de las grandes firmas que, ahora, también estarán zombificadas, con la excepción de Ryanair, IAG y Wizz Air principalmente.

El problema a más largo plazo de lo anterior, una vez la pandemia no sea más que un mal recuerdo, es que limitará el crecimiento y la innovación en el sector en un momento de transformación profunda. Las aerolíneas deberán ser en un futuro más sostenibles, avanzar en la política de emisiones cero, y con un balance financiero más sólido. Unas características que difícilmente se consiguen a través de los rescates. En no mucho tiempo, todas las firmas aéreas deberán afrontar importantes inversiones para hacer frente a ambos desafíos, lo que probablemente termine desembocando en más ayudas. En definitiva, una espiral zombie de la que será muy difícil salir.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2