El Plan ADO sobrevive a Tokio’21: el gran cambio vendrá después

El Plan ADO sobrevive. «Ningún deportista español debe tener dudas de que tendrán sus becas olímpicas para el año que viene. Estoy convencido al 100%». Así de tajante se muestra el presidente de la Federación Española de Atletismo (RFEA), Raúl Chapado, después de que el Consejo Superior de Deportes (CSD) haya hecho público que el propio organismo será garante de dicho cumplimiento.

Aunque había motivos para la preocupación, sobre todo después de que la implicación de RTVE haya quedado en el aire. De este modo, el Plan ADO, principal sistema de apoyo económico para los deportistas olímpicos desde que el programa se puso en marcha en 1988 con vista a los JJOO de Barcelona, ha cumplido una triple penitencia en el último ciclo olímpico.

La primera de ellas, según explica a MERCA2 el director deportivo de la Federación Española de Natación (RFEN), Luis Villanueva,  es que «desde 2017 se sabía que las aportaciones de las empresas no cubrían toda la ayuda necesaria«. Y que, por lo tanto, el CSD tendría que intervenir de manera directa, como finalmente será. Por otra parte, la propia formulación del Plan ADO estaba agotada, con una progresiva caída de recursos económicos para la ayuda a los atletas (se ha pasado de casi 60 M€ en el ciclo que llevó a Pekin’08 a 22 M€ más lo que aporte el CSD en Tokio’20). Y por último llegó el covid-19 con la crisis política y social, condicionando la celebración de los JJOO de Tokio, así como la preparación de los deportistas.

De esta manera, lo que finalmente ha sucedido es que el Plan ADO ha mostrado sus carencias, sobre todo las económicas que son las más llamativas, y ha tenido que ser el propio CSD, a través del dinero de los Presupuestos Generales, quien garantice la viabilidad del proyecto. Al menos para el próximo año tras el aplazamiento de los JJOO a 2021.

Así lo expresó su presidenta la semana pasada. Irene Lozano dejó claro que solo tiene que pensar en su preparación, «que nada os distraiga. Las becas que estáis percibiendo están garantizadas íntegramente. Os lo aseguro”. La presidenta del Consejo les informó de que si no hubiera otra vía para completar el presupuesto establecido, el CSD garantizaría dicha aportación, de modo que ninguna de las becas sufriera merma alguna en su totalidad. Además, el proyecto de PGE aprobado por el Consejo de Ministros contempla un incremento del 22,5% de la partida destinada al deporte con respecto al pasado año.

ASEGURADO ’20 Y ’21, ¿Y DESPUÉS?

El director deportivo de la Federación Española de Natación coincide con Raúl Chapado en que, este año, no habrá ningún problema en cobrar las becas; y que, para el próximo ejercicio, todo se ajustará a lo acorado. Así, tanto deportistas clasificados, como los que no hayan podido cumplir este año al no haber eventos, pero estén en Tokio, tendrán su compensación.

A pesar de ello, y teniendo el horizonte cercano bajo control, existe la certeza de que algunas cosas tienen que cambiar de cara a los próximos ciclos olímpicos.

«Parece ser que el procedimiento que ha estado en marcha desde el año ’88 tiene algunas grietas. Y desde luego en el último ciclo se ha visto que no consigue recursos suficientes«, resume de manera muy analítica Luis Villanueva. «No podemos aspirar a tener medallas sin deportistas profesionales. Y me refiero a deportistas cuya ocupación deportiva es la prioritaria. El sistema no se sostiene más allá de 2021. Habrá que buscar un procedimiento».

¿Y qué hacer entonces con el Plan ADO? El presidente de la Federación Española de Atletismo tiene muy claras algunas cuestiones. «Hay que convertir el Plan ADO en algo más que un plan. En concreto en un concepto. En el ’88 era parte de un proyecto global. Poco a poco las empresas han ido perdiendo motivación por diversos aspectos. Asuntos fiscales, el retorno en la imagen de marca, etc., por eso, el gran reto de ADO es crear una comunidad no solo con los deportistas, sino conectar con la gente, las marcas, y el ecosistema tecnológico», sentencia Chapado.

«El Plan ADO necesita una filosofía de transformación adaptada a los tiempos, pero sobre todo conectar al deportista con el Plan, con las empresas, a las empresas con el Plan… Necesita no perder lo bueno que tiene, pero se debe trabajar en ese nuevo concepto» resalta Raúl Chapado dejando de lado el pesimismo de las cosas que van mal, y centrando el objetivo en construir algo nuevo.

¿QUÉ PAPEL DEBEN JUGAR LAS EMPRESAS EN EL PLAN ADO?

Dos de los principales apoyos privados del Plan ADO, CaixaBank y Telefónica, aseguran a MERCA2 que ellos mantendrán su apoyo durante el periodo prorrogado en los JJOO de Tokio. No entran a valorar si el aumento será proporcional a lo que sería un año más o qué tipo de compensación adicional sumarán. Pero afirman que estarán. Asimismo, si no están, el CSD ha manifestado que pondrá todo lo que falte.

¿Pero qué papel deben jugar la empresas en los apoyos económicos a los deportistas? Raúl Chapado es claro: «Los empresarios deben aportar. El Plan ADO nació para que las empresas se involucraran, porque todo lo demás ya existe«.

Aunque el responsable del atletismo nacional asume, una vez más, que todos los participantes del Plan ADO deben formar un solo conjunto. Cree que debe ser positivo que las empresas sepan a quién financian, que los atletas también conozcan en detalle cómo son las becas, lo que buscan las empresas, y que vaya más allá de una cuestión de patrocinio o ayudas económicas.

Bajo todas estas premisas, el Plan ADO se enfrenta a su gran reto tras más de 30 años de vida. Primero debe solventar lo urgente: que las ayudas se asignen en plena pandemia. Y segundo, toca reformular los sistemas de recaudación, de implicación de los protagonistas; cómo afrontar la marcha de RTVE como uno de los socios monetarios, cómo involucrar mejor a las empresas; todo ello con el objetivo de conseguir que los deportistas sean la bandera competitiva que se busca, y sienta el apoyo de un país detrás en cada competición.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.