La importancia de las contraseñas digitales en un entorno marcado por ciberataques

La ciberseguridad es más importante que nunca. Un 84% de españoles ha cambiado sus hábitos de consumo a raíz de la pandemia de covid-19 y se ha lanzado a las compras digitales. Pero esta novedad también ha dejado un fuerte aumento del número de ciberataques. Solo el pasado mes de marzo, los ataques de phishing relacionados con el coronavirus aumentaron a nivel mundial un 667%. Y en nuestro país, los delitos por fraude han aumentado en, al menos, un 70% en los últimos meses, según datos de la unidad de ciberdelitos de la Guardia Civil.

Ante este escenario, los expertos piden prudencia máxima en una recta final del año marcada por la campaña de Navidad. Sobre todo, este mes de noviembre, cuando se prevé que el volumen de ventas online se incremente en un 20% durante el Black Friday y el Cyber Monday.

Una de las soluciones en las que coinciden los expertos es en la importancia de revisar las contraseñas. Algo que puede parecer una obviedad, pero que no lo es porque mucha gente sigue usando contraseñas poco seguras. En 2019, el National Cyber Security Centre del Reino Unido descubrió que más de 23 millones de víctimas de fraude en todo el mundo protegían sus datos con la password 123456.

RECOMENDACIONES

En este sentido, el Blog de Bankia hace una serie de recomendaciones para que se apliquen no solo en las compras online, sino también en las redes sociales, el correo electrónico o un sinfín de aplicaciones que tras el desarrollo y la expansión de internet, requieren de usuario y contraseña para darse de alta en un servicio. Sobre todo ahora, con el aumento del teletrabajo.

La entidad da cinco consejos que sirven para mejorar el uso que se hace de las contraseñas tanto en el ámbito privado como en el entorno laboral. El primero es la variedad: lo ideal es tener una contraseña diferente para cada servicio. Así, si una cuenta es “hackeada”, el resto estarán a salvo.

Le sigue la complejidad: es importante que estas contraseñas contengan mayúsculas, minúsculas, números y algún carácter especial. Además, no debería contener ninguna palabra “con sentido”. En tercer lugar, está la longitud: la contraseña ideal está compuesta, como mínimo, por 8 caracteres.

Y después, el almacenamiento. Nunca es buena opción apuntar las contraseñas en papel. En este sentido, para aquellos que no son capaces de memorizarlas todas, el banco propone utilizar un gestor de contraseñas, como KeePass. Finalmente, el quinto consejo trata sobre la renovación: es importante cambiar las contraseñas cada cierto tiempo.

PROTECCIÓN TAMBIEN EN EL MOVIL

Asimismo, los smartphones y otros dispositivos móviles juegan un papel fundamental en este ámbito, pues se han convertido en el canal favorito para acceder a la cuenta bancaria, el email o realizar algunas compras.

Pero también aquí hay riesgos, como la pérdida o robo, la suplantación de identidad o fraude, la fuga de información o la infección por malware. El hecho de que almacenen gran cantidad de información hace que sea casi obligatorio contar con unos elevados niveles de seguridad.

Y por ello, el banco aconseja utilizar siempre un código o patrón de desbloqueo en el dispositivo, realizar copias de seguridad de manera habitual o no dejar desatendidos los dispositivos.

Otras de las recomendaciones para mantener unos altos niveles de seguridad en los móviles son mantener apagado el WiFi y bluetooth, descargar apps solo desde las tiendas oficiales, mantener los sistemas operativos y las apps siempre actualizados, desactivar la geolocalización, revisar los permisos de las aplicaciones y configurar el bloqueo automático.

La mejor defensa ante los ataques de ciberseguridad es la concienciación de los usuarios para que no abran enlaces de remitentes desconocidos o naveguen por páginas no seguras. Esto, unido a las medidas puestas en marcha por la banca para proteger a sus clientes, las soluciones de ciberseguridad cada vez más avanzadas y unas contraseñas robustas, permitirán a los usuarios defenderse de cualquier ciberataque.