La Comisión Europea tiene previsto adoptar el 18 de noviembre sus evaluaciones sobre los proyectos presupuestarios para 2021 de todos los Estados miembros, incluido el enviado este jueves por la noche por el Gobierno de España, en un ejercicio que este año está marcado por la suspensión de las reglas fiscales comunitarias.
El llamado ‘paquete económico de otoño’ consta en el orden del día de la reunión de comisarios de ese día, aunque todavía puede ser objeto de modificaciones. Junto con las opiniones de los presupuestos, Bruselas pretende publicar otros informes anuales como la recomendación económica para el conjunto de la eurozona y una evaluación sobre el empleo en los países de la moneda común.
El Ejecutivo comunitario ya ha recibido el borrador remitido por España, que entre otras cuestiones incluye casi 7.000 millones de euros en nuevos ingresos y contempla un incremento de los ingresos públicos de 33.447 millones.
El hecho de que estén suspendidas las reglas fiscales europeas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, como medida para contrarrestar el impacto económico de la Covid-19, hace que el ejercicio de evaluación de este año por parte de la Comisión Europea sea muy distinto al de otros años.
Así, Bruselas no tendrá en cuenta en sus análisis el cumplimiento de unos objetivos fiscales que hoy en día están suspendidos. En consecuencia, tampoco enviará las famosas cartas que remite a los gobiernos en las dos primeras semanas tras recibir el presupuesto si detecta un caso «grave» de desvío de los objetivos de déficit y deuda.
«La evaluación de la Comisión tendrá en cuenta la activación de la cláusula general de escape y la ausencia de recomendaciones fiscales específicas. En este contexto, no prevemos la posibilidad de detectar un caso de incumplimiento particularmente grave y, por tanto, una necesidad de iniciar consultas con un Estado miembro», ha explicado un portavoz comunitario.
La activación de la llamada ‘clausula de escape general’ busca precisamente que los Estados miembro utilicen sus recursos públicos para estimular la economía en un momento en el que la actividad se ha reducido al máximo como consecuencia de las restricciones impuestas para intentar cortar la propagación del virus.
Según consta en el documento presupuestario que el Ejecutivo español ha enviado a Bruselas, España registrará un déficit público este año equivalente al 11,3% del PIB y se reducirá hasta el 7,7% en 2021. A su vez, la deuda pública escalará este año hasta el 118%.