El café sin lugar a dudas levanta pasiones, muchos lo adoran y otros lo detestan. Otros aseguran que su vida no tiene sentido sin él e inclusive, hay unos cuantos que con solo el olor sienten reparo. Es una bebida que históricamente ha tenido mala fama por múltiples razones, haciendo que desde su fabricación a partir de los granos tostados y molidos surjan las primeras críticas. No obstante, recientes estudios científicos aseguran que su consumo puede ser positivo.
La Fundación Española del Corazón y el National Institute of Health (NIH) de Estados Unidos, han realizado una publicación en la connotada revista revista New England Journal of Medicine, se trata de un estudio que describía que el consumo de café no únicamente será perjudicial para la salud del corazón, sino que al mismo tiempo puede ser fenomenal para cuidarte de enfermedades respiratorias, cardiovasculares, entre otras.
Según el doctor Enrique Galve, quien es presidente de la sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC) asegura: “La cafeína aumenta ligeramente la frecuencia cardiaca y, en ocasiones, puede elevar la presión arterial de modo poco significativo. Pero aún así, no existe motivo alguno para que un hipertenso bien controlado no pueda tomar café. Cualquier sujeto que sea hipertenso o padezca alguna enfermedad cardiaca puede tomar, en principio, 3 o 4 tazas de café al día, puesto que no se ha podido evidenciar nunca su carácter nocivo en relación a la patología cardiovascular”.
Entre los motivos que enmarcan al beneficio cardiovascular que producen los cafés están: “a los antioxidantes que no sólo encontramos en el café sino que también están presentes en muchos otros alimentos, como las verduras o productos frescos como la fruta y también el chocolate”, apunta Galve.
Sin embargo, la investigación formulada por el National Institute of Health (NIH) de Estados Unidos, no es la única relacionada al ingesta del café y su posible efecto sobre la salud. Por ejemplo un trabajo elaborado por algunos científicos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), estableció que beber tres cafés o más al día hace disminuir la mortalidad prematura en los hombres de 18% y en las mujeres un 8%. Dicho estudio sobre las propiedades cafeteras fue realizado a aproximadamente a medio millón de personas en 16 años.
Para Guadalupe Blay que es coordinadora del Grupo de Nutrición y Metabolismo de la Sociedad Española de Médicos Generales y de Familia (SEMG), explica: “la comunidad científica parece haber alcanzado un acuerdo”. Así mismo, destaca lo siguiente: es bueno tomar entre dos y tres tazas de café al día, es decir, entre 200 y 300 miligramos, no más. A partir de ahí se nota el efecto de un exceso de cafeína en tu sistema cardiovascular y nervioso”.
Pese tomar buenas dosis de cafés puede ser inmensamente ventajoso para el organismo humano, Blay agrega: “la cafeína puede retrasar el sueño hasta 40 minutos más de lo normal ya que es psicoactiva, y más cuando se consume de noche”. No obstante, surge la interrogante, ¿Cuál es la hora indicada en la que se debería detenerse el consumo de café y garantizar un sueño ideal?
Para realizar el cálculo correctamente, se debe tener presente que la vida media de la cafeína en el organismo es de unas 6 horas. Por otra parte, como ocurre con el alcohol, el café puede influir en las personas a través de su tolerancia y sensibilidad. En efecto, muchas personas al consumir un café desarrollan dificultades para conciliar el sueño, pero caso contrario, existen individuos que con 3 tazas pueden dormir a la perfección. También, otro de los datos fundamentales para llevar a cabo el cálculo, es saber en concreto la hora en que te vas a descansar por la noche.
Blay concluye diciendo los intervalos y las consecuencias que pueden producirse por un consumo tardío de los cafés: “lo recomendable es beber café a partir de las 10 de la mañana y hasta las 12 del mediodía; y de las 14 de la tarde a las 17. Hay que evitar el café después de las 5 de la tarde si se quiere ir a la cama a las 11 de la noche. Si se consume después de ese periodo, el café puede disminuir al menos una hora de sueño a quien lo consume”.