Investigación, dominio de la tecnología y visión internacional, algunas de las habilidades necesarias de un buen docente

El 5 de octubre se celebra el Día Mundial de los Docentes; este año se les rendirá homenaje bajo el tema ‘Docentes: liderar en situaciones de crisis, reinventar el futuro’. Cinco expertos de la Universidad CEU San Pablo comparten algunas reflexiones sobre cómo debe ser el docente de hoy en día y las cualidades que debe tener. El catedrático de Economía Financiera y delegado de la Rectora para la Transformación Digital, Ricardo Palomo, asegura que la figura del docente es el resultado de la combinación de conocimientos y de habilidades para transmitirlos. “Para que una clase funcione, necesita ingredientes de metodología, de pedagogía y de empatía”, subraya.

En este sentido, a raíz de la pandemia, el catedrático señala que “la tecnología es un canal de innovación casi infinito y se ha convertido en el nuevo ingrediente esencial de la docencia, en la herramienta que permite desplegar esas cualidades metodológicas y pedagógicas”; aunque, matiza: “no es el fin, sino el medio que puede ayudar a transmitir mejor, o de otra forma, los conocimientos; e incluso, el medio para que los docentes se adapten al nuevo perfil de los estudiantes de la era digital”.

También la internacionalización juega un papel crucial en la docencia actual, debido a la interconexión a un mundo global, como señala la vicerrectora de Internacionalización, Ainhoa Uribe, quien apunta que “una universidad ha de ser necesariamente internacional y ser profesor implica estar abierto al mundo en un sentido amplio”. Esto pasa por “integrar a los alumnos extranjeros, fomentar el trabajo de equipo entre los estudiantes nacionales y los no nacionales y animar a todos ellos a realizar intercambios en terceros países”.

Uribe explica la importancia de interactuar con terceros, ya que “nos enriquece a todos” y destaca la participación por parte de los profesores en movilidades internacionales, así como “intentar conectar nuestras aulas con colegas extranjeros, para desarrollar nuevas estrategias docentes”. En este sentido, subraya: “debemos estar abiertos a nuevos métodos de aprendizaje y a dinámicas de investigación colaborativas, que nos permitan interactuar con equipos y socios de terceros países, para explorar nuevos horizontes en el ámbito educativo”.

Subrayando la importancia de la investigación, la catedrática de Química Analítica y directora de la Escuela Internacional de Doctorado CEINDO CEU, Coral Barbas, señala que “docencia e investigación no son dos conceptos contrapuestos, sino absolutamente complementarios”. Como recuerda Barbas, la universidad tiene una doble función social, transmitir conocimiento, pero también crearlo. “No existe el profesor universitario no investigador, aunque su investigación no la realice buscando nuevos descubrimientos, sino nuevas maneras de aproximar el conocimiento a sus alumnos y nuevas formas de reflexión sobre los conceptos que, explica, que es otra forma de investigar”, explica. Para la investigadora, el verdadero MAESTRO es el que vive lo que explica y por ello lo transmite con veracidad y pasión. La enseñanza que parte de la reflexión, el estudio y el trabajo de primera línea es una enseñanza llena de entusiasmo, más sincera y capaz de enganchar al alumno”.

Para que la labor del docente sea completa, “debemos transmitir a los alumnos su enorme potencial como agentes transformadores de la sociedad y la importancia de adquirir conocimientos que les permitan mejorar el mundo que les rodea”, así lo explica la subdirectora de Organización y Recursos Académicos de la Escuela Politécnica Superior, Covadonga Lorenzo, quien dirige el laboratorio de fabricación digital de la CEU USP en el que tratan de “crear espacios de trabajo colaborativos, en los que tengan lugar dinámicas de aprendizaje que fomenten proyectos e ideas innovadoras, que puedan llegar a impactar de forma positiva en nuestra sociedad”.

Para conseguir este aprendizaje por parte de los alumnos, Lorenzo señala la importancia de desarrollar proyectos enfocados a resolver necesidades de tipo social, como programas de cooperación internacional, actividades colaborativas de impacto social, proyectos de innovación docente para fomentar la inclusión de personas con distintas capacidades y el trabajo con ONGs y fundaciones. “Este tipo de proyectos ha permitido a nuestros estudiantes participar activamente en la transformación de nuestro entorno, asumiendo la responsabilidad que nos compete a todos en la lucha por una sociedad mejor y más igualitaria”, subraya.

En esta relación docente-alumno incide el profesor de Filosofía del Derecho Armando Zerolo, quien explica la importancia del diálogo entre ambas partes, resultado de “un arte que hay que saber practicar”. “El maestro se conmueve al mismo tiempo que el alumno cuando la verdad acontece en el diálogo que mantienen juntos. El maestro muestra a su alumno que, si se fía, y en la confianza está el origen de una verdadera relación maestro-discípulo, se puede abrir ante él un mundo sorprendente al que nunca hubiese llegado por sí solo”, apunta.