Una vez que Bankia ya parece avocada a desaparecer. La Sociedad de Gestión de Activos Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) es el último recuerdo vivo de la crisis financiera. También, dicha sociedad es el peor negocio que todavía tiene entre manos la administración pública. No solo por los malos recuerdos que trae su creación, sino también porque nunca ha logrado enderezar el vuelo con pérdidas recurrentes. Tampoco se creo para ello. Ahora, el siguiente que deberá probar fortuna (sin suerte) será Javier García del Río que asume el puesto de consejero delegado, tras unos meses como director general.
El papel de García del Río será el de liquidador dentro de la compañía. El ejecutivo cuenta con una larga experiencia en el sector, donde ha tenido que bailar en los últimos años con ‘la más fea’, esto es, Solvia. La cartera de activos inmobiliarios que tenía Banco Sabadell y cuyo mayor volumen de inmuebles y suelos (también el crédito moroso heredado) provenía de la antigua Caja del Mediterráneo (CAM). Tras su éxito en la desinversión de activos, dirigió la sociedad entre 2014 y 2019, ahora deberá volver a sacar petróleo de una cartera con demasiadas limitaciones, en el peor momento posible.
Asimismo, con García del Río con poderes totales la Sareb deberá encaminarse hacía un nuevo comienzo. De hecho, cuando el ex de Solvia llegó a la sociedad, en febrero de este mismo año, el presidente de la misma, Jaime Echegoyen, celebró el fichaje, dado que iba a permitirles dar un impulso a la estrategia del negocio que la compañía lanzó el año pasado y que les llevará a comportarse cada vez más como una inmobiliaria. Al menos, esa es la intención.
CAMBIOS ENTRE CONSEJEROS EN SAREB
La incorporación al Consejo de García del Río al Consejo coincide con la renuncia de dos consejeros dominicales, Francisca Ortega Hernández-Agero, que representaba al Banco Santander, y Joaquin Vilar, nombrado en representación de CaixaBank. También se ha producido la salida de un consejero independiente tras haber culminado el periodo máximo de cinco años de mandato, Antonio Merino. Para suplir estas vacantes, el Consejo de Administración ha propuesto dos nuevos nombramientos, el de Javier Torres en representación del FROB, y el de Alberto Valdivielso como independiente.
Torres proviene de la Administración pública, más en concreto pertenece al Cuerpo de Técnicos Comerciales y Economistas del Estado. Pero su colocación viene de su paso por Banco Santander, entre 1986 y 2016, donde fue Subdirector General Adjunto y ocupó diversos cargos de responsabilidad.
Por su parte, Valdivielso forma parte del Cuerpo General de Técnicos de la Administración Civil del Estado. Entre 2001 y 2018 ha sido secretario general de la Dirección General del Patrimonio del Estado. Valdivieso ha compatibilizado su labor con la de miembro del consejo de administración de compañías como la Empresa Nacional de Innovación, Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea y Red Nacional de Ferrocarriles Españoles (Renfe), entre otras.