‘Sálvame’ tira del pasado para frenar al huracán ‘Pasapalabra’

‘Pasapalabra’ ha aprobado el verano con nota. El concurso de Atresmedia está logrando unos números estupendos y el gran damnificado de su crecimiento es ‘Sálvame’, que en su tramo final está cayendo ante Roberto Leal.

‘Sálvame’ aun así aguanta el tirón gracias a temas del pasado. El más exótico atañe al ‘clan Campos’. Y es que a Terelu y a Carmen Borrego les ha salido un hermano secreto, tal y como destapó Antonio David Flores: «¡Que hable de su hermano el de Málaga! ¡Que no me tiren de la lengua, que intentan defender a sus amigas cuando tienen el culo lleno de mierda!».

El ex guardia civil estaba que trinaba por otro asunto del pasado. Y es que Isabel Ávila, desconocida para el gran público, ha salido a la palestra para desvelar que mantuvo una relación sentimental con el tertuliano.

OTROS TEMAS DE ‘SÁLVAME’

Esta semana ‘Sálvame’ regenerará sus tramas gracias al reality-show ‘Sola’, que arranca con Anabel Pantoja como protagonista. Al programa también volverá Marta López, que había sido apartada de Mediaset tras protagonizar un vídeo viral sin respetar las medidas sanitarias.

López se explicó en ‘Sábado Deluxe’: «No se me ha despedido de ningún trabajo, no hay un contrato de cadena, al menos yo no lo tengo. La actitud que tuvo Telecinco fue correcta, pero se me ha juzgado y yo no he dicho que haya dado positivo».

La tertuliana afirmó que ha sufrido un falso positivo: «Ha sido un error. No ocurre esto por las imágenes de la fiesta, que fue una cena controlada. Me mandaron a mi casa por protocolo a la espera de las pruebas del Covid, y el error fue que cogí las imágenes de un familiar lavando el coche, las publiqué y la cadena se pensó que era yo que estaba en la calle con un posible positivo. Ha habido una equivocación, he estado confinada con mis hijos con ataques».

JORGE JAVIER, EN FORMA

Jorge Javier Vázquez ha vuelto al teatro y también ha sacado tiempo para lanzar un guiño a Paz Padilla, que acaba de enviudar. El presentador recuerda que en la última entrevista que le realizó a su compañera tuvo la ocasión «de escuchar a una mujer que ha aprovechado una oportunidad que le ha dado la vida para reflexionar sobre uno de los temas que más acongoja al ser humano: la muerte».

«Paz ha acompañado a morir a su marido. Durante todo ese proceso, ha llorado, tal y como ella misma reconoció, como nunca. Pero una cosa tenía muy clara: quería disfrutar hasta el último momento de su vida junto a su alma gemela. Ser consciente del viaje, preparar la despedida, dar el último adiós con la sensación de que todos estos meses de dolor habían servido para algo. Y vaya que han servido», añade.

El presentador enumera los hallazgos: «A ella, para llenarse de amor. A su marido, para morir en paz. Y a la audiencia que la vio el pasado sábado, para darse cuenta de que hay otras maneras de enfrentarse a la muerte. No nos gusta hablar de ella, evitamos el tema porque parece que la atraemos o porque nos va a dar mala suerte. Qué irresponsables somos. Si fuéramos capaces de hablar de la muerte con más naturalidad, el ser humano sería mucho más feliz. Paz ya lo es».

EL PRESENTADOR DE ‘SÁLVAME’, FAN DE FEDERICO

Jorge Javier Vázquez también ha sido noticia porque ha escrito un artículo para confesar que escucha a Federico Jiménez Losantos: «Es capaz de llenarte cuatro horas diarias de radio –o siete, o doce– sin despeinarse. Escuchar a Federico me entretiene porque es como ponerte al día de las cosas que pasan en el país que vivimos los dos pero que yo no reconozco. No sé si me explico».

«Es como que te hablan de personas que conoces –Pedro Sánchez, Iglesias, Casado– pero de una forma como si no las conocieras. Porque lo que él cuenta no tiene nada que ver con lo que tú imaginas, intuyes, piensas o, en realidad, sucede. Es un universo distinto. Nada que ver con el Universo Mediaset, que es la creación de una realidad paralela regida por normas propias y con personajes propios», escribe.

El presentador de ‘Sálvame’ dice que «los protagonistas de las charlas de Federico son los mismos que para el resto de españoles pero no tienen nada que ver con una dimensión más o menos cotidiana. El prisma de Federico los deforma de tal manera que se convierten en otras personas. Y eso engancha porque es una novela hiperbólica, exagerada, mágica por su exuberancia».