Unidas Podemos se ha posicionado sobre la noticia financiera del año. El partido de Pablo Iglesias no ve con buenos ojos la fusión entre Bankia y CaixaBank. De hecho, que cree la operación es «preocupante» por los riesgos que conlleva para la competencia del mercado, la estabilidad del sector financiero, el empleo en las entidades y la recuperación de ayudas.
La formación morada va más allá, rechaza una «reprivatización» de la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri y reivindica la necesidad de contar con «una banca pública eficiente» para «impulsar la modernización del tejido productivo». En este sentido, tal y como siempre han defendido, entienden que Bankia es “el embrión para ello». Y advierten de que el Estado “no debe abandonar su participación en la entidad».
Los mensajes del Nacho Álvarez, secretario de Economía y secretario de Estado de Derechos Sociales de Podemos en su cuenta de Twitter (y que ha compartido Pablo Iglesias) han sido claros: «no es una buena noticia». El Estado invirtió 24.000 millones en sanear Bankia y, por tanto, “debe proteger a los contribuyentes que rescataron con sus impuestos la entidad.
EN DESACUERDO, OTRA VEZ
El Gobierno ha sido mucho más prudente. El jueves, tras el hecho relevante remitido por Bankia y CaixaBank a la CNMV, fuentes del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital comentaron que el equipo del FROB está “permanentemente analizando” las condiciones de mercado con el fin de proteger el interés público de la participación en Bankia.
Y “como es natural” tienen contacto frecuente con las principales entidades financieras del país. En el caso de que las conversaciones y estudios concluyan en una propuesta de acuerdo de fusión, el FROB “los analizará con completa objetividad” desde la perspectiva de generación de valor y optimización de su capacidad de recuperación de ayudas.
El Ejecutivo insiste en que su prioridad (en relación con Bankia) es proteger el interés general de los ciudadanos españoles, maximizar el valor de la participación pública y reforzar la estabilidad financiera del país. “Estos son los principios que guiarán cualquier decisión en este ámbito”.
VIABILIDAD
También el Banco de España ha hecho comentarios sobre la fusión que dará lugar al primer banco de España. Según explica en un comunicado “analizará la viabilidad del proyecto de fusión si finalmente fructifica”, pero el organismo recalca que las operaciones corporativas “son responsabilidad de los equipos gestores”.
Por su parte, el Partido Popular cree que una posible fusión entre Bankia y CaixaBank será “una noticia positiva para la economía española» pero piden «transparencia en la operación, criterios de mercado y protección para clientes, depositantes y los trabajadores».
Así lo manifestaba este viernes su vicesecretaria de Acción sectorial, la exministra y expresidenta de la CNMV, Elvira Rodríguez, que destaca también que operaciones como esta «son una garantía para que fluya el crédito» y para conseguir «un entorno de mayor solvencia, eficacia y eficiencia».
«Necesitamos un sistema financiero fuerte, competitivo y bien gobernado», subraya. Rodríguez, que considera que si la fusión sale adelante «será una noticia positiva», frente a «las ensoñaciones marxistas de una parte del Gobierno»
NO ES BUEN MOMENTO
Nadia Calviño, ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, ha evitado hacer comentarios sobre el asunto. Pero en ocasiones anteriores si ha hablado sobre la privatización de Bankia. “No se trataba de correr, sino de tomar la decisión adecuada y maximizar el rendimiento”. Calviño alejaba la posibilidad de que Bankia acabara siendo pública, y hacía guiños a Goirigolzarri por su gestión, destacando que «es un banco gestionado con criterios de profesionalidad”.
También, el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos ha dejado claro infinidad de veces que Bankia “no debería ser un banco público”. Y abogaba porque se buscara “el mejor momento” para poder maximizar los ingresos para el Frob y el Estado. Aunque a nivel general, Guindos ha metido presión en los últimos meses (tras las crisis del covid-19) para que los bancos llevaran a cabo fusiones y adquisiciones cuanto antes.
Unidas Podemos siempre ha tratado de impedir la privatización de Bankia y convertir a la entidad en una banca pública. De hecho, lo llevaba en el programa electoral de las elecciones generales de noviembre de 2019. Su reacción ahora no ha sido distinta. Nacho Álvarez argumenta que la crisis anterior enseñó que tener entidades financieras demasiado grandes para quebrar genera “importantes riesgos” para la estabilidad del sector.
Y señala cómo este tipo de fusiones «suelen tener importantes implicaciones sobre las plantillas laborales de las empresas». Y este “no es precisamente un buen momento” para posibles despidos de trabajadores, en un contexto de alto desempleo.