Las croquetas son uno de los alimentos más consumidos por los españoles. Un plato de los más típicos, que gustan a todos y que puedes elaborar de varias formas con múltiples tipos. La clave es la bechamel y conseguirla perfecta y sin grumos, como te mostraremos ahora. También te señalaremos los tipos de croquetas más consumidos, porque si hablamos numéricamente, la lista es enorme.
Y es que la forma infalible de lograr una salsa perfectamente suave tiene truco. Algo que os vamos a desvelar, pero no sin antes contar que la bechamel es el ingrediente estrella, el toque final de muchas otras recetas como pueden ser las croquetas u otros platos de pasta como los canelones o la lasaña.
1Tipos de croquetas, una variedad inmensa
Las croquetas de jamón o de cocido son de las más elaboradas en casa o compradas congeladas. Sin embargo, hay croquetas para todos los gustos, aprovechando la versatilidad de esta receta imbatible.
Toma nota: también las de bacalao y de pollo son de las más habituales en la mesa. Pero también tenemos desde las más gourmet, como las de carabineros con jengibre y lima, cecina de León y rúcula fresca, langostino y trufa negra, salmón ahumado con eneldo o sepia con plancton marino. Hasta las más clásicas, como las de chistorra y huevo frito, rabo de toro, pollo asado al curry, boletus o puerro confitado; y pasando por las que conceden protagonismo al queso, como las de cabrales, provolone, tomate y orégano, o gorgonzola y cebolla caramelizada. Las hay muy contundentes como las de morcilla y más suaves y sanas como las de espinacas frescas. Veamos cómo hacer las croquetas más comunes, aparte de las de jamón.