Philip Lane, el representante irlandés en el directorio del Banco Central Europeo (BCE) y economista jefe de la institución, ha asegurado que la entidad está dispuesta a ajustar sus instrumentos, según proceda, y ha afirmado que, además de las medidas adoptadas entre marzo y junio, está dispuesta a «hacer más» si es necesario.
«Hemos hecho muchos movimientos entre marzo y junio y estamos listos para hacer más si es necesario», ha afirmado Lane en declaraciones a la cadena CNBC, recogidas por Europa Press, antes de intervenir en el simposio de política monetaria de Jackson Hole, que este año se celebra en formato virtual por la pandemia de coronavirus.
En este sentido, el economista irlandés ha defendido que, a pesar de los bajos tipos de interés e incluso de los tipos negativos, los bancos centrales cuentan con mucha capacidad y «pueden hacer muchas cosas», lo que, sin embargo, «no quiere decir que los bancos centrales puedan solucionar todos los problemas».
«Dentro de nuestro mandato no estamos preocupados de actuar y podemos intensificar según sea necesario», ha reiterado Lane, para quien la evolución observada durante el verano «está más o menos en línea con las proyecciones». «La recuperación está teniendo lugar semana a semana», ha afirmado.
Con posterioridad, durante su intervención en un debate dentro del simposio de Jackson Hole, el banquero irlandés ha destacado que casi seis meses después de la introducción de las primeras medidas, la evidencia sugiere que el paquete de políticas del BCE «ha estabilizado los mercados, protegido la provisión de crédito y respaldado la recuperación».
A este respecto, Lane ha reconocido que las políticas fiscales han desempeñado también en todas las dimensiones un papel vital, registrándose «poderosas complementariedades» entre las políticas monetaria y fiscal durante este período.