El sector hotelero no levanta cabeza y el turismo no acaba de repuntar. La incertidumbre ante los nuevos rebrotes de la pandemia del coronavirus y la posibilidad de un posible confinamiento por localidades ha hecho que muchos españoles hayan declinado este verano la idea de apostar por un hotel para sus vacaciones.
Las pernoctaciones en establecimientos hoteleros se desplomaron un 73,4% en julio respecto al mismo mes del año anterior, hasta superar las 11,4 millones, pese a la finalización del estado de alarma y la apertura progresiva de fronteras, según ha informado este lunes el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Pero las recomendaciones negativas de algunos países vecinos que no aconsejan a sus patriotas no viajar a España han provocado la ausencia casi total de turistas extranjeros en algunas zonas de España. De hecho, en zonas muy dependientes del turismo, como Benidorm, se han visto empujados a recurrir a vídeos promocionales para captar nuevos clientes.
Según los datos del INE, se trata del quinto mes consecutivo en el que, como consecuencia de la crisis sanitaria, descienden las pernoctaciones en los hoteles españoles tras las bajadas del 66,5% de marzo, del 100% en abril, del 99,2% en mayo y del 95,1% en junio.
El pasado 21 de junio finalizó el estado de alarma, permitiéndose la movilidad de la población en todo el territorio nacional. El número de establecimientos abiertos aumentó en julio respecto al mes anterior, pasando de 5.896 a 12.068, aunque esta cifta es un 29,5% inferior a la existente hace un año.
El total de plazas ofertadas en julio fue 1.025.713, un 52,7% del total. Durante dicho mes, 4,3 millones de viajeros se alojaron en algún establecimiento hotelero, con un total de 11,5 millones de pernoctaciones. Estas cifras suponen un 35,7% y 26,6%, respectivamente, de las estimadas hace un año.
Pese a la progresiva apertura de las fronteras exteriores, el INE destaca que los viajeros residentes en España sostuvieron en mayor medida la actividad hotelera del mes de julio, con 3,2 millones de viajeros frente a 1,1 millones de no residentes.
Ello se refleja también en el volumen de pernoctaciones, que alcanzan los 7,4 millones en el caso de los residentes, frente a los 4,1 millones de los no residentes.
La estancia media de los viajeros en los hoteles españoles bajó en julio un 25,5% interanual, situándose en 2,7 pernoctaciones por viajero, a pesar de que los precios se abarataron un 8,2%.
En los siete primeros meses de este año se han producido 55,6 millones de pernoctaciones en hoteles españoles, un 71,1% menos que en el mismo periodo de 2019.