Efecto priming y motivación

La vida, tal y como la conocíamos a principios de año, ha cambiado. A día de hoy, se habla de una nueva normalidad, de la necesidad de mantener una distancia social y de las consecuencias negativas que tiene para nosotros y para el resto de la sociedad una actitud irresponsable con respecto a la seguridad global.

Muchos conceptos que, sin ser explicados adecuadamente por una falta recurrente de información científica, pueden llevarnos a estados emocionales estresantes sin darnos cuenta.

Por suerte tenemos herramientas que se usan en marketing y psicología que nos pueden ayudar a salir de estos estados negativos, una de estas herramientas o técnicas es el llamado efecto priming.

Con el uso de esta herramienta puedes revertir tus estados emocionales negativos y convertirlos en algo positivo, más aún en los tiempos que corren hoy en día.

Gestionar la incertidumbre, ¿un imposible?

Cada día que pasa aparecen nuevas noticias, no especialmente buenas, sobre el transcurso de la pandemia mundial: nuevas normas impuestas por el Estado, datos numéricos alarmantes sobre contagios, restricciones que ocurren aquí y allá y un largo etcétera que comienza a ser desesperante para gran parte de la población.

La sensación de desconfianza, el alarmismo y una falta de entrenamiento puede condicionar el resto del día cargándonos con estados emocionales ajenos a nuestro ser, lo que repercutirá negativamente en nuestra motivación diaria.

No queremos quitarle gravedad al asunto, ni mucho menos, pero sí hacer hincapié en hasta qué punto una sobre información o machaque monotemático puede bloquearnos e impedirnos vivir saludablemente.

A pesar de las restricciones, podemos tomar multitud de decisiones diarias que pueden hacer nuestro día a día más enriquecedor.

Estas decisiones, por pequeñas que sean, nos ayudan a mantener un cierto control. No importa si nos equivocamos, pues, somos humanos y tenemos derecho a ello. La cuestión es tratar de dejar de ser indeciso en los aspectos más complejos de nuestra vida y asumir el control (y la responsabilidad) en elementos más concretos.

De nada sirve tomar una decisión si estamos constantemente pensando en la alternativa que hemos dejado atrás. Por ejemplo, arriesgar un poquito a la hora de vestir ajenos a nuestro atuendo habitual (y comprobar qué cambia para con los demás); evitar estar constantemente pendientes (y dependientes) de las redes sociales y darle el espacio que les corresponde, evitando así un priming negativo; probar algo nuevo saliendo de nuestra zona de confort (sabiendo que la zona no se irá a ninguna parte); etcétera.

Pequeños cambios, grandes mejoras

Los ejemplos que hemos puesto en el párrafo anterior son ajenos a cualquier tipo de pandemia y únicamente requieren de voluntad. Sí, estamos en una época convulsa, pero no tiene por qué dirigir nuestra vida hasta que haya una solución. Pequeños pasos, diarios, pueden darle la vuelta a nuestra mente y así cambiar el prisma y ver la vida de otro color, más luminoso. Coaching Runneando es un ejemplo práctico de cómo un clic interno puede cambiar nuestra vida al completo.

Sin querer reinventar la rueda y sin más ambición que la de ofrecer alternativas, el objetivo, en este momento, pasa por asumir la responsabilidad de cambiar desde dentro, poco a poco, sin prisa y a nivel micro. Pequeños cambios, sutiles pero firmes, que harán que en el futuro tengamos más confianza con nosotros, y, por consiguiente, hacia el mundo que nos rodea.