A nivel sanitario el covid-19 no atiende a clases sociales, lógicamente. Sin embargo, se esperaba que a nivel económico el impacto fuera mayor sobre las rentas más bajas. Pero no ha sido así. O al menos no tan descarado. El consumo y las expectativas sobre el mercado de lujo se han reducido drásticamente tras el coronavirus.
Tanto a nivel de compra, como en la expectativa de recuperación, los tradicionales clientes del mercado de lujo se muestran muy poco optimistas ante la situación, tal y como recoge ‘True-Luxury Global Consumer Insight 2020’, un estudio de Boston Consulting Group y Altagamma. El informe sitúa una fecha “pre” y otra “post” para asumir el radical cambio que ha supuesto la pandemia.
En este sentido, las estimaciones precovid para el mercado del lujo tenían una trayectoria positiva. Sin embrago, la crisis ha ralentizado una década de crecimiento en todas las categorías de lujo. El mercado mundial del lujo se situó en una tendencia positiva: el mercado del lujo personal alcanzó un crecimiento anual del 3,2% para el período 2020-2022, mientras que el mercado del lujo de experiencia tuvo una tendencia más positiva (+5,8%).
Pero el tsunami del coronavirus ha hecho saltar por los aires las expectativas de marcas como Cartier, Bulgari, Piaget o Prada, firmas relacionadas con el lujo que ahora, incluso las previsiones más optimistas muestran una caída del -35% al -45% en 2020 para el mercado mundial en este segmento.
En particular, se espera que las ventas de bienes personales de lujo disminuyan de -25% a -45% en 2020, mientras que las estimaciones del lujo experimental son aún más negativas, con una caída entre -40% y -60% en 2020. En el mejor de los casos, si hay vacuna, la gente reanudará las compras y los viajes, y dará un impulso a las ventas de artículos de lujo. Pero en el peor de los casos, sin vacuna, las empresas lucharán por recuperar el impulso y la capacidad y la voluntad de la gente para comprar artículos de lujo se verán afectadas.
EL LUJO CAE… Y LAS EXPECTATIVAS
Los datos del informe son muy contundentes. El 57% de los consumidores dicen que la incertidumbre económica les impide hacer las compras e inversiones que habían planeado antes. Asimismo, el sentimiento hacia la recuperación también se mitiga, con el 43% de los consumidores pensando que la recuperación después de la crisis no será rápida.
Como cuestión positiva, solo los ciudadanos chinos se muestran más optimistas con respecto a la recuperación, con el 77% de acuerdo en que la recuperación será rápida. Sin embargo, es importante señalar que el país está ahora muy adelantado en el ciclo del virus, a diferencia de la mayoría de los demás países.
La mayoría de los consumidores de True-Luxury están recortando sus gastos relacionados con el lujo al menos a corto plazo, y algunas categorías sufren más que otras. Según la actitud de los consumidores, se espera que la ropa informal y los cosméticos repunten en dos años, mientras que otras categorías sufrirán el impacto del covid-19 incluso a largo plazo. Dentro del lujo experimental, los consumidores son más reacios a los hoteles, cruceros y centros turísticos.
Mont Blanc, Miu Miu, Alexandre Wang… Algunas de las firmas que cita el estudio son conscientes de que el mundo ha cambiado, y el lujo también. Ahora habrá que estar atentos a la recuperación y, sobre todo, la velocidad de la misma. Las personas con mayor capacidad de gasto serán un termómetro para examinar el potencial de la economía los próximos meses.