La carrera del 5G lleva en marcha varios meses. MásMóvil lo lleva con calma. Tanto para el lanzamiento comercial, como para la gestión de sus redes. A principios de año anunció que la decisión se tomaría previsiblemente en mayo. Además, el CEO de la compañía, Meinrad Spenger, aseguró que no habría ningún tipo de distinción entre los proveedores. Pero a fecha de hoy todavía no se conoce qué fabricante entrará en la cadena de suministradores del operador.
El matiz realizado por el máximo responsable del operador amarillo sobre los proveedores es muy importante. Sobre todo porque uno de ellos, Huawei, sigue atrapado por las polémicas de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Motivo por el cual, en algunos países como el Reino Unido, se están ejecutando vetos comerciales sobre los chinos.
En estos momentos MásMóvil tiene un único proveedor en su red móvil, Ericsson. Por norma general, los operadores con importante tamaño tienen como mínimo otro suministrador. Así, lo lógico sería que bien Huawei o Nokia, o incluso ZTE, fuese el acompañante de los suecos. Pero de momento no hay decisión tomada al respecto.
Desde la compañía explican a MERCA2 que el covid ha tenido mucho que ver en esta situación y que, como ha sucedido en tantas cosas, el retraso estaría circunscrito a esta cuestión. Asimismo, cabe recordar que MásMóvil se encuentra en un proceso corporativo de M&A con tres fondos que han lanzado una opa sobre el operador amarillo.
Pero la carrera por el 5G se va ajustando, y las decisiones que se tomen serán clave. Todo ello en un contexto donde el Gobierno español no ha tomado una resolución con respecto al ‘caso Huawei’, como por ejemplo sí han hecho en Reino Unido, donde de forma unilateral han vetado a la compañía china. Sin embargo, España está esperando al pronunciamiento de las autoridades europeas para determinar el tipo de relación comercial con el fabricante chino. Algo que juega a favor de MásMóvil y la demora en su decisión porque, además, en noviembre puede cambiar el Gobierno americano y quizá la guerra comercial dé un bandazo.
MÁSMÓVIL CON TRANQUILIDAD
Bajo este contexto, MásMóvil -de hecho- parece bastante cómoda. En primer lugar, tal y como ha salido esta semana publicado en la prensa: su 5G está garantizado con tras el acuerdo con Orange. Es decir, la compañía de Spenger puede gestionar comercialmente cuándo dar relevancia a la conectividad móvil ultrarrápida. Y eso lo hará cuando la captación en banda ancha fija empiece a frenarse.
De igual manera, la subasta de espectro de radio que se prevé para el primer trimestre del año que viene es algo que tampoco preocupa en exceso a MásMóvil. Primero porque se libra en términos de inversión de una pelea que les puede no interesar. Y por otro lado, porque desde el operador amarillo han dejado claro que ven lógico tener cierta “ayuda” en la subasta en pos de mejorar la competencia del sector. Como esa parte no va a colar ni al Gobierno que subasta, ni a la CNMC que regula, en la compañía descuenta una puja testimonial por alguna frecuencia.
Además, si algo ha sabido hacer MásMóvil en los últimos años ha sido moverse bien entre los garrotazos de los grandes operadores. A través de una compra corporativa, de Eurona en concreto, consiguió ando de banda de radio que le vendrá bien para el futuro despliegue del 5G. Y todo ello mientras la competencia se pelea en las subastas.
Ahora, y gracias al acuerdo con Orange, puede suceder algo parecido. MásMóvil irá consiguiendo poco a poco alcanzar objetivos mientras se desgastan los demás. Por eso, la decisión sobre un proveedor es importante para la compañía, pero el retraso no parece traumático.