¿Cuánto ganan Coca-Cola o Pepsi por cada botella de agua?

Hay botellas de agua con todo tipo de tamaños. Basta recorrer los lineales de los diferentes establecimientos para comprobar que son todo un ejército. Desde los botellines de 0,25 litros, hasta los 0,33, medio litro, litro, litro y medio, cinco litros, y hasta ocho litros. Las hay en envases de plástico, o de cristal. Con gas y sin gas. Incluso con sabores. Y si hablamos de marcas, se podría decir aquello que son legión. Font Vella, Lanjarón, Solán de Cabras, Fuente Liviana, Bezoya, Aquabona, Aquafina… Estas dos últimas, propiedad de Coca-Cola y Pepsi, respectivamente.

Ahora que los calores aprietan. Ahora, emulando a una famosa, se podría decir aquello de que “por una botella de agua, mato”. Ahora que el agua forma parte del carro de la compra, tanto en casa, como en aquellos que se desplazan a disfrutar de sus vacaciones. Ahora que encontrar una máquina de vending con agua equivale a decir aquello de “mi tesoro”, conviene hacerse la siguiente pregunta. ¿Cuánto ganan Coca-Cola o Pepsi con sus botellas de agua?

La respuesta no sólo vale para estas dos multinacionales. También para el resto de empresas que se dedican a embotellar el líquido elemento. Empresas también con un amplio portfolio como Solán de Cabras (Mahou San Miguel), Bezoya (Calidad Pascual), o Lanjarón (Danone).

EL MARGEN DE COCA-COLA

Aquabona, como ya ha quedado dicho, es una de las marcas de agua de Coca-Cola. No es la única. La corporación de la chispa de la vida también vende en España Vilas del Turbón, Krystal y Glaceau Smart Water. Volviendo a Aquabona, el líquido incoloro, inodoro e insípido procede de cuatro manantiales: Fontoira, Fuenmayor, Peña Umbría y Santolín.

Para este tipo de compañías, estilo Coca-Cola, el margen que se suelen llevar por cada botella de agua oscila entre el 25% y el 30%. Son márgenes superiores a los de otras firmas con menor tamaño, y con menor espacio en los lineales de las tiendas y en las cámaras de los establecimientos hoteleros. La razón es bien sencilla: su poder de negociación es menor, así como el de distribución.

El coste de un litro de agua envasada no es fijo. Fluctúa por diferentes razones. Y puede ir desde siete céntimos el litro hasta superar los 28. Eso depende del tamaño y del tipo de envase, sin olvidar los volúmenes de producción. Y es que, a mayor volumen de envasado, mayores economías de escala y menores costes.

Consumo de bebidas no alcohólicas Merca2.es

Si ponemos un coste medio de fabricación de una botella de agua en 12 céntimos, siete céntimos corresponderían al envase. Es decir, un 60%. El resto se repartiría entre el 8% de la etiqueta, el tapón y el agua; otro 8% al transporte; y el 16% a gastos de personal. La diferencia entre esos doce céntimos, y lo que acabamos pagando en el supermercado, es el margen del supermercado y del envasador.

MAYORES MÁRGENES

Con estos números sobre la mesa, lo que queda claro es que el continente (es decir, la botella y todo lo que le rodea, como la etiqueta), es más caro que el contenido. Embotellado, transporte y distribución también se llevan su parte. El agua, per se, sólo es entre el 1% y el 2% del coste final.

Entre el 30% y el 40% de lo que se paga en una tienda por una botella de agua, son márgenes comerciales y de distribución. El 60% es el porcentaje con el que juega el fabricante. De ahí hay que tener en cuenta lo que dedica a marketing, publicidad, investigación, costes fijos y costes variables.

El margen es superior para empresas como Coca-Cola o Pepsi frente a otras más pequeñas por las economías de escala

Sin embargo, no es la envasadora como Coca-Cola la que consigue los mayores márgenes.  Esta especie de premio recae en quien acaba haciendo la venta final. Por poner un ejemplo, vayamos a una estación de ferrocarril.

Allí, en los andenes, podemos encontrar diferentes máquinas de vending. Los previsores están antes de tiempo para que no se les escape el tren. Pero el calor aprieta. Y hay que hidratarse. No queda más remedio que echar mano al bolsillo. Puede darse la circunstancia de que esa misma botella de agua la haya comprado con anterioridad en el supermercado a un precio de 0,38 euros. Cuando la persona mira el precio, marca 1,20 euros. Es decir, que se ha multiplicado por encima del 200%.

Lo mismo puede suceder en un bar o en una cafetería. En ambos casos, a diferencia de la adquisición en la tienda de alimentación, el producto se ofrece frío. Con lo cual, hay un gasto por el camino. Volviendo al bar, incluso es posible que se sirva en un vaso con hielo. Eso hará que finalmente el precio incluso pueda superar el precio de 1,20 euros. Son quienes ofrecen el producto final quienes acaban llevándose mayores márgenes. Por encima de los de Coca-Cola, o Pepsi, o Danone. Y por encima de los del supermercado.

GIGANTES

Coca-Cola no es la única multinacional que ha puesto su punto de mira en el agua. Como ya se ha visto, Danone, Pepsi, o Nestlé, han entrado en este negocio. La industria del agua en España está integrada por cerca de un centenar de empresas que han puesto sus picas a lo largo de todo el territorio nacional.

Si trasladamos esos datos en términos de empleo, hablamos de unos 4.500 empleos directos. Una cifra que ha bajado durante la última década. A principios de la misma, dicho número era de 5.000. Eso sí, se trata de puestos de trabajo que están enclavados en lo que se ha dado en llamar como España vaciada. Donde instalan sus fábricas suelen ser acuíferos en zonas rurales carentes de tejido industrial.

MAYOR FACTURACIÓN

La facturación, al contrario que los empleos, sí ha crecido durante la última década. Si a comienzos de la misma era de unos 900 millones de euros, en la actualidad se acerca a los 1.000 millones de euros, según Aneabe (Asociación Nacional de Empresas de Aguas de Bebidas Envasadas).

Otra asociación, en este caso la Federación Europea de Aguas Envasadas (EFBW, en sus siglas en inglés), coloca a España en el cuarto país de la UE como productor de agua mineral. Alemania, Italia y Francia están por encima. Y, en lo que respecta al consumo, ocupa la medalla de bronce. El oro es para Italia, y la plata, para Alemania.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»415198″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

Atendiendo a los números de Aneabe, la producción de aguas envasadas fue de 6.312 millones de litros durante 2018. Se trata de un 3,1% por encima de los datos de 2017. La mayoría, el 97,52%, fueron aguas minerales naturales. Las aguas de manantial representan un 1,68%, y el resto son aguas potables preparadas.

El consumo per cápita de los españoles fue de 134 litros. Una cifra que ha crecido durante los últimos años, ya que en 2011 era de 107 litros. Se trata de un consumo de un vaso de agua mineral al día frente a los 150 litros de consumo medio de agua corriente en España. Datos que hacen relevante el interés de Coca-Cola, Pepsi o Danone por este producto.