El fabricante aeronáutico estadounidense Boeing ha registrado en el primer semestre del año unas pérdidas netas de 3.036 millones de dólares (2.580 millones de euros) por la crisis de la Covid-19 y la puesta en tierra de los aviones 737 MAX.
Esto supone que las pérdidas del fabricante aeronáutico durante este semestre se han casi cuadruplicado respecto a las registradas en el mismo periodo de 2019, cuando alcanzaron los 793 millones de dólares (674 millones de euros).
«Estamos trabajando de cerca con nuestros clientes, proveedores y socios globales para manejar los desafíos de nuestra industria, tender un puente hacia la recuperación para ser más fuertes», ha señalado el presidente y consejero delegado de la compañía, Dave Calhoun.
Ante este escenario marcado por el impacto de la crisis del coronavirus en la industria de la aviación, la compañía ha registrado una caída en los ingresos del 26%, hasta los 28.715 millones de dólares (24.414 millones de euros) en el primer semestre del año.
Para alinearse con la fuerte reducción de la demanda del mercado comercial debido al impacto del coronavirus, la compañía ha anunciado un mayor ajuste de las tasas de producción de aviones comerciales, así como un recorte en puestos de trabajo.