Duro Felguera exhala su último aliento: pide 114M€ públicos y se aferra a las renovables

El futuro de Duro Felguera, junto al de un millar de trabajadores, pende de un hilo. La firma asturiana se reunió este pasado lunes con la banca acreedora, que lidera Banco Santander, para trasladarle su última propuesta. El nuevo plan de viabilidad consta de un nuevo plan financiero que exige una inyección de fondos públicos por 114 millones, a través del SEPI y del ICO. Junto a un plan comercial futuro, a medio y largo plazo, con un marcado tinte verde y con una importa desinversión en activos inmobiliarios, según han precisado fuentes cercanas a las negociaciones.

La compañía, que se encuentra al límite merced a una caja devastada tras años de pérdidas y los efectos del covid-19, necesita de una triple ayuda –que incluye al Gobierno, la banca y los accionistas– para evitar la quiebra en las próximas semanas. El elemento central será la llegada de fondos públicos. En concreto, el plan incluye una inyección de 54 millones en capital y otros 60 millones en créditos ICO. Aunque, las mismas fuentes avisan de que la actual propuesta está muy lejos de hacerse realidad y que el escenario es muy complicado para el Gobierno.

Sin la entrada del Gobierno, el resto del plan se quedaría en papel mojado. De hecho, la banca acreedora siempre han exigido a Duro Felguera la figura de un gran inversor, lo que se conoce como caballero blanco, para extender avales, aplicar quitas y ofrecer liquidez. En otras palabras, las entidades quieren la entrada de otro actor que les permita reducir los riesgos. El problema es que hasta ahora eso había sido imposible, dada la difícil situación por la que ha vagado. Pero, la entrada del Estado, a través del SEPI, no solo para inyectar fondos, sino también como garante de los avales abre la puerta a un acuerdo in extremis.

DURO FELGUERA LANZA EL CEBO VERDE

Uno de los puntos vitales en la nueva Duro Felguera será la apuesta por las energías renovables. La compañía ha articulado su plan comercial, que debe asegurar la rentabilidad futura, en sacar partido del próximo boom verde tanto en España como en otros países. De hecho, la firma tiene la intención de comprar algunos de los muchos proyectos disponibles para su ejecución. En otras palabras, entrar en el negocio llamado de ‘aguas arriba’ que incluye la construcción y desarrollo de nuevos parques.

Aunque, no es la única opción. Duro Felguera también contempla la posibilidad de ampliar sus fábricas y talleres para apostar por hacerse fuerte en el desarrollo de energía eólica marina, apuntan fuentes cercanas a la compañía. Por último, habría una tercera vía verde que incluiría la explotación de la biomasa, como una salida rentable para su extensa cartera de suelo rústico. En definitiva, la compañía espera poder especializarse en estas nuevas tecnologías para sacar provecho de los miles de millones de euros que deben llegar los próximos años.

Además de todo ese desarrollo verde, Duro Felguera espera también poder beneficiarse de otras tendencias económicas actuales como la de los almacenes logísticos. La idea se apoya en su cartera de suelo para construir. Como colofón, y para ganar liquidez y solvencia financiera, la compañía asturiana ha puesto sobre la mesa profundizar en la venta de activos inmobiliarios que comprendería desde sus edificios históricos a la propia sede.

EPICOM, COMO PIEZA CLAVE EN LAS NEGOCIACIONES

En cuanto a la primera condición, la firma asturiana ha propuesto un frente de pelea doble. Por un lado, Duro Felguera ha decidido poner en el mapa político el papel de su pequeña filial Epicom, como una empresa clave para la seguridad nacional. La firma está dedicada al diseño y fabricación de equipos de alta seguridad y sistemas criptográficos para comunicaciones dentro del Ministerio de Defensa. Además, la compañía asturiana canceló su venta (pese al evidente interés del mercado) días antes de que se decretase el estado de alarma.

La decisión de frenar la operación dejó entrever el papel fundamental que la filial podría tener en futuras negociaciones. Aun así, el pequeño tamaño que tiene Epicom ha hecho que el Gobierno recele de esa idea. En este punto, entra la segunda ofensiva de la ejecutiva a través de sus últimos fichajes políticos en su consejo de administración: los ex ministros socialistas Jordi Sevilla o Valeriano Gómez. Los cuáles no solo cuentan con contactos directos con la cúpula del Ejecutivo, sino que incluso mantiene relación personal directa con el presidente Pedro Sánchez.

Ahora, todo queda en manos del SEPI una vez Duro Felguera y la banca acreedora acabaron de nuevo otra reunión sin acuerdo. Los plazos no se conocen, pero la agonía de la firma asturiana todavía continua. Las sensaciones de los asistentes no son buenas, existe desconfianza manifiesta de que el Ejecutivo dé luz verde al plan, aunque todo puede pasar. Además, la situación financiera ya no se puede estirar más y las pugnas internas, con salidas de última hora, amenazan con detonar a la compañía por dentro.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2